El sistema en su 50° aniversario y la balanza pesada

Por Luis Palacios R., mpusico venezolano.

El 2025 inicia para Venezuela con la habitual crisis que todos padecemos, en el ámbito socio-político, económico, sanitario, educativo y por supuesto cultural. En esta oportunidad este escrito no busca “llover sobre lo mojado”, pero si denunciar incongruencias de las que nadie habla, aunque no sean prioridad en un país que tiene mucho más de qué ocuparse, pues durante más de dos décadas, fallecen venezolanos por falta de recursos, medicinas, sueldos dignos y una buena atención médica pública, por la que, se supone, todos pagamos cada vez más impuestos, cada vez más altos.

Tras 25 años bajo una misma línea política, la nación aun cuenta con instituciones educativas sin sede propia, en pésimas condiciones, sin recursos y al mismo nivel de desatención y destrucción que hospitales, centros de salud y atención médica. No hay envío de recursos, ni siquiera podemos decir que “insuficientes”, las denuncias son ignoradas o tomadas como un delito cuya pena merece la privación de libertad, como en el caso de médicos que han mencionado la falta de recursos para la óptima atención de sus pacientes y, desgraciadamente, no se puede hacer nada frente a tanta desidia.

En algunos centros educativos venezolanos, el Estado solo se limita a pagar sueldos paupérrimos, como es el caso de colegios, conservatorios y escuelas en Caracas, Miranda, Vargas, Carabobo, Aragua, Yaracuy, Lara, Trujillo, Mérida, Táchira, Barinas, Guárico, Apure, Cojedes, Nueva Esparta, Sucre, Monagas, Delta Amacuro, Amazonas, Bolívar, Falcón, Zulia, Anzoátegui y Portuguesa.

En muchas de estas instituciones no hay servicio eléctrico, no hay agua, no hay baños que puedan usar niños y adultos, ni siquiera personal de limpieza. Hemos visto en el pasado como directivos del Conservatorio de Música del Estado Aragua se hacen de un coleto para limpiar sus instalaciones, al igual que ha ocurrido y ocurre con docentes y personal en instituciones como la “Juan Manuel Olivares”, la “José Ángel Lamas”, la “Sebastián Echeverría Lozano”, la “Eneas Perdomo”, la “Blanca Estrella de Méscoli”, entre otras.

El maestro Vicente Emilio Sojo no hallaría ahora modo de lograr su cometido si sostuviese nuevamente una brocha para pintar las paredes de su amada escuela.

Muchos de estos históricos centros educativos musicales ni siquiera pueden contar con tener instrumentos en buen estado para la cabal formación de sus estudiantes y, en la mayoría de los casos, tampoco en mal estado; ni soñar con cumplir cabalmente con el pensum educativo que yace cual letra muerta en la gaceta oficial correspondiente.

En Venezuela existe una balanza en la que un millar de instituciones no perciben todo lo que deberían y unas pocas sí que reciben, incluso con la materialización de giras nacionales e internacionales en la que nuestros estandartes comparten con estrellas de fama internacional que desde hace décadas no visitan suelo venezolano.

“Dudamel y la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar celebran el 50º aniversario de el sistema con una gira europea», es el título de nota de prensa publicada por la “Scherzo, revista de música clásica” el 10 de enero de 2025, la cual se reproduce textualmente:

A lo largo del mes de enero, la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, bajo la batuta de Gustavo Dudamel, recorrerá algunas de las principales salas de conciertos europeas para conmemorar el 50º aniversario de El Sistema, la institución venezolana que ha ofrecido formación musical gratuita a miles de jóvenes de entornos vulnerables, promoviendo su desarrollo personal y social.

La gira europea comenzará mañana, 11 de enero, en la Philharmonie de Paris y llevará a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar por Londres (15 y 16 de enero), Luxemburgo (18 y 19 de enero), Berlín (21 de enero), Múnich (22 de enero), Bruselas (23 de enero) y Madrid”.

Gustavo Dudamel y alrededor de 120 personas más viajarán subsidiados por los venezolanos a seis países distintos. Esto implica obviamente lo común, gastos de boletos de avión, transporte, hospedaje, refrigerios, honorarios y otros viáticos.

En Londres, una noche para dos adultos cuesta entre USD$ 170 y USD$ 400 según “las estrellas” del hotel que reciba a nuestros músicos; en Luxemburgo entre USD$ 80 y USD$ 400; el precio promedio de un hotel de 3 estrellas en Berlín es de aproximadamente USD$ 1.682 por noche y el más económico cuesta $280 por noche; así también en Alemania puede oscilar entre USD$ 310 y USD$ 400 solo la noche; en Bruselas el costo es parecido y en Madrid entre USD$ 150 y más. Todo ello según lo obtenido en una simple búsqueda en google que cualquier lector puede realizar y corroborar.

A vuelo de pájaro, podría decirse que el sistema necesitó sólo en términos de hospedaje, la cantidad de ciento cincuenta mil dólares de los Estados Unidos de América (USD$ 150.000) si sólo quisieran quedarse una noche en cada uno de los lugares citados por Scherzo. A esto se debe sumar el costo de pasajes de avión desde Venezuela y vuelos internos en Europa, gastos de transporte —que no será precisamente público—, las comidas y demás necesarios en una gira internacional de representantes de Venezuela; programas de conciertos, logística, hidratación, personal técnico que apoye a la orquesta y al maestro Dudamel, etc.

Ahora bien, ¿Qué pasa con los honorarios de todos nuestros asiduos representantes? ¿Cuánto cobra Dudamel y cuánto le pagarán a los músicos y el equipo que les acompañe? ¿Recibirán un sueldo mensual de USD$ 40 igual que los docentes y directivos de nuestras instituciones musicales públicas? ¿Cobrarán lo mismo que cobran directores de bandas del Estado?

Scherzo también publicó que “La gira europea es el inicio de una serie de actividades conmemorativas que continuarán en Venezuela a partir del 12 de febrero, fecha de su fundación, con un evento especial en el Teatro Teresa Carreño de Caracas.”.

¿Cuánto dinero hay detrás de cada actividad conmemorativa? La mayoría de los conciertos realizados por El Sistema en Venezuela son gratuitos, lo que nos lleva a presumir que no existe la autogestión sino el subsidio del Estado que, a su vez, impone tributos a los venezolanos para beneficio de El Sistema y no de todas las instituciones educativas públicas, tan nuestras como El Sistema creado por Abreu, sin dejar de lado a los mismos núcleos de El Sistema que a lo largo y ancho del país no cuentan con recursos suficientes, al mismo nivel de otras instituciones.

Es cierto que se acostumbra la presencia de patrocinantes en las actividades de El Sistema, pero ¿cuánto del presupuesto es subsidiado indiscriminadamente por los venezolanos? ¿Existe algún organismo de contraloría que imparcial pueda constatarlo? Sabemos la respuesta.

“Los núcleos de El Sistema no tienen los mismos recursos con que cuenta Dudamel. Se enseña con las uñas, pero si tenemos que estar prestos para cualquier evento, record guiness o lo que se les ocurra para lavar su imagen, aunque no haya ni cómo devolver a los jóvenes de vuelta a sus casas”, comentó Carlos, docente en uno de ellos.

El Teatro Teresa Carreño recibirá a Dudamel a partir de febrero 2025, el mismo histórico templo del arte que hoy cobra entre USD$ 10.000 y USD$ 20.000 por concepto de alquiler de sus espacios, sea o no gratis la actividad deseada. ¿Puede pagar también el artista venezolano el alquiler de estas salas? ¿Cuántas veces se ha presentado la histórica y centenaria Escuela Superior de Música “José Ángel Lamas” en la Sala Rivas o en la Ríos Reyna ¿Pueden acceder a ello la “Juan Manuel Olivares” o la “Lino Gallardo”? ¿Pueden músicos del Conservatorio de Música del Estado Aragua pagar por ello?

Todos sabemos de instituciones que sí han podido lograrlo, como la Orquesta Sinfónica de Venezuela, la Schola Cantorum de Venezuela, la Camerata de Caracas, entre otras con “más suerte” y representación en el Teresa Carreño que las viejas escuelas, en donde, cabe resaltar, se formaron y laboraron quienes dirigen gran parte de estas insignes instituciones.

El crítico escritor Geoffrey Baker ha expuesto: “El Sistema es esencialmente una organización política… porque se dirige desde la oficina del presidente y su junta directiva incluye a políticos de alto perfil, incluido el hijo de Nicolás Maduro y Delcy Rodríguez”.

Rostros que se han visto reunidos con directivos de El Sistema, del Teatro Teresa Carreño y su compañía de ópera, entre otros. Son los mismos que hoy parecen querer dirigir los únicos grandes acontecimientos culturales capitalinos, como mencioné en mi artículo anterior “Nessun dorma Venezuela”; únicos eventos debido a la misma balanza que hoy no se equilibra para todos.

¿Cuántos de nuestros cantantes líricos en el exterior pueden acercarse a El Sistema o al Teatro Teresa Carreño para lograr conciertos o galas en Venezuela? ¿Cuántos de ellos cuentan con miles de dólares para lograrlo?

Tanto Abreu como sus herederos y legatarios morales afirmaron siempre que el objetivo de El Sistema es servir mediante la música a Venezuela y las comunidades. ¿Cuántos de ellos cuentan con El Sistema para ello? ¿Únicamente las comunidades de Berlín, Múnich, Luxemburgo y Madrid? ¿Están beneficiando a Venezuela con sus giras en medio de la cruenta crisis que padece?

“El que me ataca por denunciar ciertas verdades incómodas, también le está dando la espalda a los músicos y a los venezolanos que están hartos de ser utilizados por el régimen (…). Eso incluye a los músicos del Sistema en este artículo que también se unieron a la denuncia. Si no me van a escuchar a mí, escúchenlos a ellos”, expuso la pianista venezolana Gabriela Montero.

Es así que en nuestro país la cultura está en crisis y en manos de pocos, cuyos intereses se alinean a los de Maduro y su séquito, hasta que se compruebe lo contrario. Basta ver quiénes han acompañado a su “gestión” en sus momentos cumbres, los directores, orquestas y agrupaciones que estuvieron presentes, por ejemplo, para conmemorar la muerte de Hugo Chávez sin nunca denunciar todas estas aberraciones. ¿Recuerdan quienes dirigieron a Beethoven, Mozart y otros compositores para el fallecido militar?

“Nada de esto equivale a desconocer los logros de la obra de Abreu. (…) También se debe reconocer que algunos de los discípulos de El Sistema salieron de la pobreza gracias a la música. El ejemplo más notable lo encarna el contrabajista Edicson Ruiz, quien pasó de San Agustín, un barrio pobre y peligroso de Caracas, a los atriles de la Filarmónica de Berlín”, expresó Aquiles Esté para el New York Times, frente a sus denuncias por populismo y corrupción a manos de Abreu y El Sistema.

Es por ello que esta denuncia se constituye en protesta a la realidad venezolana, sin dejar de lado o hacernos ciegos a la crisis que, con características en constante cambio nunca positivo, agobia y tortura a todos los venezolanos de bien. Sirvan estas palabras a los efectos morales y humanos respectivos»,

La costra: la oposición como aliado del régimen venezolano

Por Leroy Garrett (@lerogarrett).

¿Qué ocurre? ¿Qué nos sigue ocurriendo? ¿Por qué no conseguimos ser, de nuevo, libres?

El camino de la libertad venezolana, y el hecho de que se derroque a esta última dictadura, ha tenido un enemigo formidable, no es que el chavismo sea invencible, es que el régimen tiene un aliado increíble: La Costra.

La costra es esa piel provisional formada de las plaquetas de la sangre cuagulada que termina de dejar de sanar la herida. Sin embargo, nuestra costra es lo contrario, es obstructiva, saboteadora, camaleónica y muy traidora, está constituida por aquellos que dicen estar de nuestro lado pero nosotros ya sabemos que no están, son aquellos que planean elecciones para no lograr una transición de poder posible en nuestro territorio, aquellos que saben —y siempre han sabido— que este gobierno no cambia con elecciones y ahora preparan la emboscada de las regionales. 

Aquellos que nos dijeron que defendían votos y espacios, y defendían sus intereses; que abortaron una salida militar en el 2018; que se hicieron elegir con grado constituyente en el 2015 y no hicieron nada más que nombrar un presidente espurio lleno de hambre por dinero y comodidades; que asaltaron las propiedades de Venezuela en el exterior y todavía desean el oro retenido en Londres; esos que desean convertir el triunfo de Edmundo González a quienes poco a poco convierten en diabólica metamorfosis en otro Guaidó, intinerante, pedigüeño y servidor de aquellos Eliogabalos, meretrices del dinero mal habido que nada quieren ni les importa que cambie en Venezuela; quienes en sabroso contubernio con el régimen rematan a Citgo, y pagan millones en gasto de abogados para no permitir a los malogrados trabajadores petroleros reclamar daños.

Está lucha no es entre malos y buenos, hay muchos agujeros grises, para liberar a Venezuela no solo hay que salir del chavismo, tenemos que deshacernos de La Costra, entonces la libertad está a la vuelta de la esquina.

Nessun Dorma Venezuela

Por Luis Palacios R., músico venezolano.

«En Venezuela se crean más cátedras de canto que oportunidades de trabajo para los cantantes líricos. Tal parece que se forman solo para dar clases y así continúa un ciclo ineludible. Es muy triste», César León.

Venezuela es un país tan bendecido por sus recursos naturales como por el talento de su gente, plena de aptitudes en todas las áreas, pero muy especialmente en y para el canto. En cualquier estado o provincia pueden encontrarse voces tan extraordinarias como hermosas, muchas como inmensas rocas de mármol que esperan a un Michelangelo que les esculpa y presente al mundo como fantásticas obras de arte.

Algunas de ellas conocen el estrellato sin Michelangelo y un gran número está disperso por el mundo, envuelto en aplausos y premios; músicos de toda índole e intérpretes de cualquier género. En nuestro país, puede hallarse infinito talento en pueblos, colegios, concursos institucionales, escuelas y conservatorios de música, ¡en los coros! …incluso en barriadas populares donde pueden vislumbrarse voces que podrían ser dignas del Teatro Alla Scala de Milán. Venezuela es un territorio que socio y antropológicamente está hecho para producir voces magníficas, por así decirlo. Su mestizaje ha bendecido al movimiento artístico en todas sus manifestaciones y el canto quizá sea el área que mejor se beneficie de este fenómeno.

En el ámbito popular hubo épocas de gran esplendor para el talento nacional, muy especialmente en el mundo de la lírica, momentos de gran gloria desde el punto de vista de producción y gestión artística, con compañías de ópera que rivalizaban con aclamadas casas líricas del mundo, no solo por sus cantantes sino por sus directores, orquestas y equipo artístico, aunque en muchas ocasiones se les dio prioridad a cantantes del exterior y no a los nacionales. Aun así, existían oportunidades de trabajo para muchos, aunque no las suficientes.

Sin embargo, cuando se habla del presente lírico, la realidad socio-política y cultural se hace sentir con una fuerza desoladora en predios del bel canto. Tal parece que los peores defectos de nuestra idiosincrasia se hicieran palpables en torno a este movimiento nacional —y no solo caraqueño como afirman algunos—. Es una realidad añeja a la que haremos referencia en estas líneas, quizá con la esperanza de causar el revuelo necesario para un cambio justo, probo y necesario.

La lírica venezolana hoy no solo se limita al territorio nacional, evidenciándose sus mayores triunfos casi siempre fuera de nuestras fronteras, con personalidades como el tenor Aquiles Machado, al frente de una importante compañía en España; Génesis Moreno, soprano de primer lugar en destacados concursos internacionales de canto, y tantos grandes músicos entre los que mencionaremos por ejemplo a los nominados al Grammy: Gustavo Castillo y Fernando Escalona; el aplaudido y solicitado contratenor Samuel Mariño; el barítono Pedro Carrillo y el tenor Jorge Puerta, quienes también desarrollan hermosas carreras en teatros importantes de Europa y América; la soprano María Brea con producciones exitosísimas en los Estados Unidos de América, entre muchos no menos importantes motivos de orgullo y júbilo hispanoamericano.

Por supuesto, sería injusto no mencionar los maravillosos aportes de nuestros cantantes líricos en territorio nacional, con recitales públicos y privados de música de cámara poco escuchada, ópera y la obra de compositores casi nunca interpretados, tanto en la gran capital, como en Aragua, Carabobo, Táchira, Anzoátegui, Yaracuy y otros rincones del país.

Lamentablemente estos últimos no siempre cuentan con el apoyo de los medios de comunicación aun existentes en el país, aunque las redes sociales han pasado a ser el medio comunicacional por excelencia en Venezuela y todos ellos lo saben. Esta variable con justicia ha hecho públicos los esfuerzos de muchos que no cuentan con el apoyo y maquinaria de los medios de comunicación nacionales, por lo general parcializados y sirvientes del sedicente Ejecutivo Nacional.

Así también se hace importante mencionar la labor de compositores como Gregory Pino y Ángel Hernández, quienes lograron el estreno de sus óperas en el país, únicos estrenos operísticos post-pandemia.

Es así que este artículo obedece y es causado por comentarios hechos en protesta por cantantes venezolanos domiciliados en Caracas, Aragua y España, quienes expresaron su desasosiego ante el caos que reina en “el país de las orquestas”, la misma nación de Gustavo Dudamel y Oscar de León.

La formación de cantantes líricos

En Venezuela existen actualmente alrededor de 31 cátedras de canto lírico a lo largo y ancho del país. 23 de ellas pertenecen a instituciones públicas y el resto corresponde con la cantidad de maestros que ofrecen clases de forma privada. Algunas escuelas o conservatorios públicos cuentan con dos o tres cátedras y solo en Caracas hay aproximadamente 18.

De esas treinta, solo tres o cuatro cuentan o han contado con recursos básicos necesarios para la cabal formación de sus integrantes, bien porque pertenecen a El Sistema, organización notoriamente consentida del sedicente gobierno de turno, o bien porque cuentan con el apoyo de organizaciones todavía con recursos y “vínculos de poder” en Venezuela, como el Teatro Teresa Carreño, espacio enteramente al servicio del matrimonio Maduro-Flores y su séquito.

Se pudiera pensar que el que Caracas tenga 18 cátedras de canto lírico activas, entre públicas y privadas, obedece a la demanda del caraqueño por el género y la música lírica, pero nada está lamentablemente más lejos de la realidad. La necesidad de fundación de dichas cátedras no obedece en su totalidad o gran porcentaje a la necesidad de sus estudiantes y mucho menos del público, sino de los mismos cantantes desempleados que pasan a ser docentes y esto motiva estas líneas.

Una cátedra de canto en Venezuela puede albergar entre tres y diez alumnos aproximadamente. Algunas con menos alumnos que otras cuentan con toda una plantilla de voces que no siempre culminan sus estudios. Las causas pueden ser diversas, pero casi siempre giran en torno a la reconocida crisis que se atraviesa y sobrevive. Los egresados de éstas son muy pocos, aunque siempre ha sido así. Formarse como cantante en cualquier parte del mundo, pero principalmente en Venezuela, es una osadía digna de una serie de netflix o HBO. Se requieren una paciencia y constancia casi imposibles de sostener, aunque este sería un tema de análisis para otro artículo.

Pese a este escenario país, la cantidad de cantantes en busca de trabajo es colosal y por ello cabe preguntarse lo siguiente: ¿Cuántas compañías de ópera se necesitarían para ofrecer trabajo a tantos cantantes? ¿Existe el presupuesto o la demanda que sostenga tal plantilla en una sola compañía? ¿Qué ideales o parámetros deberían plantearse para la escogencia de dichos cantantes?

La verdad es que muchos de ellos solo encuentran una fuente de trabajo en la docencia, si no cuentan con otros conocimientos, configurándose un ciclo inútil entre el estudiante, “el profesional” y el docente, sin dejar de lado la falta de recursos y el nulo apoyo que existe en este país triste y desgraciadamente socialista.

Una visión de miseria

“Parece que siempre fue así. Como que, si querías dedicarte profesionalmente al canto, entrabas indefectiblemente a un sistema en el que no necesitabas trabajo sino un cierto tipo de «asistencia».
Cuando comencé a frecuentar los ambientes líricos me llamaba la atención escuchar saludos como este: «te escuché el día tal, fulanito; te felicito, estás ¡muy mejorado!» Me daba la impresión de estar en una especie de hospital donde todos los cantantes, o aspirantes a serlo, estaban de algún modo enfermos.

Y lo de las clases, los «cursos de formación», talleres, y otros, eran lo natural, lo indicado, lo que se hacía siempre. Y no es, ni remotamente, que no sean beneficiosos (si son de alta calidad) las experiencias formativas; lo son, y mucho. Entre las muchas que yo personalmente cursé, hubo algunas especialmente determinantes de muchas cosas buenas.

El problema de fondo, según lo veía y lo sigo viendo ahora, era la creencia en que no teníamos «nivel», que no éramos suficientemente «buenos»; por eso una persona o grupo decidía que nos tenían que «mejorar». La Compañía «Alfredo Sadel» en sus inicios hizo una producción de ópera y después al menos por un tiempo quedó solamente como un centro de clases”, comentó al respecto una connotada cantante y maestra de canto con más de 40 años de experiencia.

En Venezuela existe una visión errada y compartida por casi todo el ámbito académico-musical, de que todo cantante es siempre un estudiante hasta que se convierte en figura de poder y así se le considera, tenga la edad y el currículo que tenga. Muchos de estos pasan por supuesto a la docencia sin lograr el cabal y justo ejercicio de su profesión. Inclusive como docentes no son reconocidos y si vilipendiados por sus colegas porque “nunca está(n) listo(s)”, hasta tanto no halle para sí un puesto con “poder” que le otorgue ipso facto el reconocimiento del gremio.

Es así que no hay apoyo alguno, ni recursos ni dinero y mucho menos una correcta visión de las cosas. Cantar no es suficiente en Venezuela para demostrar de qué está hecho un profesional y en los próximos diez años seguramente no lo será.

En la misma república que ostenta el reconocido record mundial a la mayor orquesta que alguna vez ha visto el ser humano, casi nunca se cuenta con una de ellas o instrumentos para la formación y desempeño profesional de jóvenes cantantes. Pudiera creerse que solo apoyan a profesionales del canto o glorias musicales actuales, pero tampoco es el caso, no hay recursos ni la voluntad para ello. Hoy día cuando Venezuela es visitada por uno de sus mejores cantantes, no hay orquesta que pueda hacerle invitación alguna, mucho menos una compañía que pueda o quiera hacerlo, aun si es ad honorem.

Entre las lamentablemente pocas excepciones que hemos visto, con justicia debemos mencionar a la Orquesta Sinfónica de Venezuela, histórica agrupación que después de varios lustros, se comprometió a la presentación de conciertos con los ganadores del único concurso de canto existente en el país, efectuado hasta la fecha uno solo de ellos y con mora, después de casi un año de la última edición de la competencia.

Esta realidad va ligada con calderón a peores circunstancias. Algunas instituciones públicas ni siquiera cuentan con sedes dignas proporcionadas por el Estado, mucho menos con garantías para el pago justo de sus docentes y músicos involucrados en el proceso educativo que se requiere. Cada día hay menos orquestas con instrumentos en buen estado y muchos salarios paupérrimos, menos iniciativas y menos proyectos. Los sueldos no cubren gastos básicos y, por supuesto, tal ataque a los educadores está entre las peores afrentas en contra del futuro de cualquier país. Sobran los impuestos y los recursos, pero nunca llegan a las cuentas bancarias que corresponden y no solo los merecen.

Algunos maestros se ven incluso obligados a la realización de arreglos para guitarra y voz, de lieder y distintas obras pensadas para ser interpretadas con piano, orquesta, ensamble de cuerdas, entre otros formatos, todo con el propósito de facilitar el montaje de repertorio para sus alumnos, lo cual es parte importante en su cabal formación. Aunque jamás se le reconozca en ninguna forma, el venezolano no deja de impresionar en su resiliente intento por hacer de su presente un instante mejor vivido.

Bien podrían nuestros músicos disfrutar de la producción de eventos en espacios que “son de los venezolanos” por ser instituciones públicas, con organizaciones que garanticen con ello mejores salarios y oportunidades de trabajo para los nacientes cantantes líricos, entre otros artistas involucrados, y desarrollar así un movimiento artístico ejemplar y digno de admiración… pero el sedicente gobierno casi nunca permite estas ideas de “autogestión” y tales espacios ya tienen asignados sus propios ídolos.

En muchos casos, quienes dirigen estas instituciones educativas cuentan con ideales políticos a la medida de la sedicente autoridad, pero no con los necesarios e idóneos para el desarrollo artístico de sus miembros, a veces ni siquiera con el perfil académico requerido. Es como si todo lo importante pasara a un último plano y todos sabemos por qué.

Un reconocido tenor venezolano, triunfador en grandes teatros del mundo, diría en una publicación hecha por los amigos de ÓperaVzla que: “no se puede aprender a cantar en un aula de clases, pero sí sobre un escenario”. El estudiante no ha sido formado para ser maestro de canto sino precisamente para cantar. Son pocos los espacios que hoy están abiertos en Venezuela a esta clase de eventos y muchas las “manos inocentes” que con “cuotas de poder” tampoco lo permiten.

Ya se pueden leer posibles críticas a este artículo: “En un país sin libertad, electricidad, gas o agua potable ¿qué importancia tiene una orquesta o una cátedra de canto lírico con o sin recursos?” y a éstos también valiosos lectores contestamos anticipadamente: “PARA GRANDES PAÍSES, GRANDES SUEÑOS”.

Oportunidades de trabajo

Con solo dos compañías de ópera en el país y un apenas sobreviviente concurso de canto lírico, son contadas las oportunidades que realmente existen para quienes deseen encontrar en la lírica una fuente de trabajo, pues no se trata ya solamente de escoger el canto como profesión, sino de hallar o construir Por mérito una fuente de trabajo que no existe.

La principal oportunidad que todavía se mantiene, envuelta en miseria por el bajo salario al que se puede aspirar, halla su lugar en los conservatorios y escuelas de canto. Lo que para muchos sería un escenario solo tomado en cuenta por estrellas en el ocaso de sus carreras, es para cantantes venezolanos la única forma de mantenerse en pie y cercanos a la profesión que escogieron. Convertirse en docente es una opción obligada para quienes no consideraron nunca otra profesión u oficio.

Ahora bien, la experiencia que debería tener un docente en el área de canto lírico no corresponde en muchos casos con quien, hasta casi nada, era un estudiante. De allí el declive en la formación de nuevas generaciones de artistas líricos dentro del país. El conocimiento en materia de técnica vocal no basta y así lo afirmaban grandes cantantes como María Callas, Luciano Pavarotti, Mirella Freni, entre otros.

La realidad de las compañías de ópera que pretenden existir en medio del caos socio-político del país es caótica, con sueldos que no alcanzan el valor de una consulta médica, sin esperanzas siquiera de la contratación de una póliza de seguro que pueda garantizar cierta seguridad a sus miembros y mucho menos producciones que generen fuentes de trabajo para todos y no solo para un puñado de cantantes, algunos sin estudios musicales básicos.

Una de estas organizaciones ni siquiera ha podido llevar a cabo una producción operística en los últimos 5 años, siendo su directiva parte de los mismos rostros que cantan una y otra vez en el teatro artístico favorito de Cilia Flóres y Delcy Rodríguez. En un país donde el lavado de dinero se ha hecho el pan de cada día, no hay recursos lícitos para el arte y mucho menos enmarcados en valores como la justicia y la probidad.

Cada día hay menos espacios para la ópera y el canto, no hay pianos y tampoco orquestas, el repertorio siempre es el mismo y los solistas, también. La gran mayoría de oportunidades que surgen no generan honorarios sino para unos pocos, a veces para nadie y surge entonces un nuevo refrán que da vueltas en nuestros cerebros: “Los aplausos no llenan estómagos y mucho menos tripas”.

La lírica está en decadencia en el mundo por la terrible visión de quienes lideran espacios de importancia en instituciones, asociaciones, teatros y sociedades de todo tipo.

Está a la vista y oídos de todos que un grupo de músicos se han hecho de algunos teatros y espacios públicos para cerrar sus puertas a todo aquel que no pertenezca a sus procesiones, aunque reúna el mérito para ello. No es una buena nueva, pero si una cada día más patética.

Una cantante venezolana con domicilio en España dijere sobre esto: “Toda la vida lo mismo. Se enamoran de un cantante por cuerda y esos para toda la vida, los demás a volar y sin oportunidades de nada”.

El referido tenor de hace algunos párrafos expondría: “¡En mi Amado País… te enseñan a que jamás estás, ni estarás listo! …no les dan impulso a los chicos para salir y seguir afuera su formación, lo hacen por egoístas y porque tienen una idea nefasta de que, si sus alumnos se van, pues a seguir creciendo ellos, se quedan sin alumnos…”.

Donde no hay producciones con visiones serias, no puede haber audiciones imparciales, no reina la oportunidad ni el crecimiento profesional. Muchos cantantes han tenido que conformarse con cantar en matrimonios y otros oficios, inclusive en funerarias, con tal de percibir un salario mejor al que les es garantizado en estas compañías o en las aulas de clases cada vez más abandonadas. Así también muchos se dedican a la dirección de coros y otras posibilidades músico-educativas, aunque ninguna bien remunerada.

Es por ello que esta denuncia se constituye en protesta a la realidad venezolana, sin dejar de lado o hacernos ciegos a la crisis que, con características en constante cambio nunca positivo, agobia y tortura a todos los venezolanos de bien. Sirvan estas palabras a los efectos morales y humanos respectivos”.

Los conciertos gratis destruyen la cultura de los pueblos

Por Luis Palacios R., músico venezolano.

Venezuela es un país socialista en el que por supuesto la figura del Estado ha abarcado casi siempre las posibilidades de ejercicio profesional de la música. Son pocas las instituciones y/o agrupaciones que pueden desempeñar sus labores musicales fuera de la esfera pública estatal, sin el control que eso conlleva y sin regulaciones en la valorización de la cultura o la expresión artística de sus miembros.

Si no trabajas para el estado, no existes

Hoy día, si eres músico y no eres parte de una institución pública, posiblemente encuentres una realidad deprimente en la casi imposible materialización de tus proyectos y, lo que es igual, del ejercicio de tu profesión, lo que depende de muchas variables que son definitivamente cruciales para lograr tales objetivos y así poder vivir de y con ello, sin tener que invertir horas de tu tiempo en el bello, importante, valioso, pero miserablemente monetizado oficio de docente; lo cual corresponde tristemente a una especie de quijotesca misión suicida que solo conlleva a más y más miseria.

¿Cuánto daño se le hace a la cultura cuando se realiza o presenta un concierto o evento gratuito a un público que se ha acostumbrado en más de 30 años a que le sean reconocidos derechos que no existen? ¿Existe el derecho a la música en vivo y gratuita? Posiblemente en los próximos siglos quede asentado en la Constitución tal barbarie como algo inherente al ser humano, y entonces los músicos estarán obligados a ser especies de lacayos de un Estado cada vez más grande y por ende, empobrecedor.

¿Es posible la dirección de un Teatro que no dependa del Estado y pueda desarrollar el arte en Venezuela sin subsidios y manejos misteriosos, sin impuestos creadores de miseria? ¿Una compañía de ópera que no dependa del subsidio de nadie y pueda pagar más de veinte o cuarenta dólares americanos a sus músicos por función? ¿Una orquesta que sea la envidia de todo el continente en cuanto a salarios, posibilidades de desarrollo artístico y programas musicales? En donde no se requiera de la limosna de ningún director, pero si se peleen por dirigirla las grandes batutas del momento…

La cultura no tiene valor ante un público que no paga por ella ni siquiera un dólar o su equivalente en bolívares, y no tiene conciencia de que quizá sí lo hace al sobrevivir en el sistema socialista venezolano con base en tributos e impuestos que no siempre llegan a dichos cultores o instituciones.

Ante un pueblo empobrecido que difícilmente puede cubrir sus necesidades básicas y diarias —es cierto—, no hay cultura que pueda valer demasiado: al no haber demanda, no hay profesión que lleve pan a la mesa. Pero si los mismos artistas comienzan a mendigar lo que tantas horas les ha costado lograr y aceptar las condiciones de estos juegos del hambre, no hay presente, no habrá futuro y mucho menos estómagos llenos que puedan interpretar a Mozart, Verdi o al mismísimo Federico Ruiz.

¿Puede un cantante lírico o un violinista pagar un seguro o siquiera una consulta médica con parte o el total de su sueldo por función operística en Venezuela?

Los conservatorios e instituciones musicales han sido destruidos por ésta y muchas más visiones deplorables, los docentes son mal pagados y, sin embargo, mucho mejores pagados que los intérpretes que se ven obligados a estudiar para luego asinarse en salones de clases en decadencia. Los compositores son quienes ostentan los peores salarios, ni siquiera existen para una realidad social como la nuestra, siendo relegados a la figura de un docente de armonía, contrapunto o fuga, en la mayoría de los casos.

Una figura pública se ufanaba hace unos meses de haber logrado el desarrollo de la ópera en el país durante años, pero no es capaz de pagar el equivalente a una consulta médica a ninguno de sus músicos —la cual oscila entre 50 y 200 dólares americanos—, solo alimentar sus egos y ansías de hacer música con sueños y halagos que no llenan el estómago de ninguno. Otra personalidad del ambiente artístico diría hace meses: «En el país de las orquestas no hay orquesta que toque mi música».

Si bien la solución a veces no es cambiar de país, ¿Cómo hacemos para cambiar nosotros en medio de este casi ineludible infierno y así poder sobrevivir haciendo lo que más de 10 años nos costó a la mayoría? ¿Por qué seguir aplaudiendo a quienes destruyen el ejercicio de nuestra profesión con estas prácticas y algunas mucho peores?

Venezuela está carente de coherencia, ética y dignidad, y nosotros de amor por ella, pero antes por nosotros mismos. Que estas líneas sean de ayuda para quienes, al menos, en silencio, no se atreven a criticar o decir lo que todos saben y han vivido en carne propia: La destrucción silente, sin prisa, pero sin pausa, del ejercicio de nuestra profesión, tan justa como necesaria.

Entre la reflexión y la desesperanza

Por Roymer Rivas, un simple estudiante venezolano, libre pensador, comprometido con la verdad.

Lo que ha pasado hoy en Venezuela no es un día atípico. Contrario a lo que se vio en las redes y se vendía a la comunidad internacional desde las filas del espejismo del cambio, este 10 de enero es solo un día más en un país sin benigno futuro —por lo menos ahora—. Durante dos años, cayendo nuevamente en la maldición de repetir procesos en la que ha estado sumergida Venezuela desde la independencia, pues las mismas palabras se repitieron en el 2014, 2015, 2017, 2018, 2019 y todo lo que duró el interinato con Guaidó hasta 2022, se ha vendido la idea de que régimen está débil, que sus acciones son una muestra de su quiebre, y que pronto Venezuela será libre.

¿El fundamento de todo esto? Predicas sentimentalistas que apelaban —y siguen haciéndolo— a cualquier giro de la fortuna que les beneficiara a todos los venezolanos. Estos, por su parte, en una clara muestra de que no se ha aprendido de la historia del país y de nuestra región (Latam), por el miedo de perderse algo (FOMO), el culto al héroe que ha caracterizado al venezolano, y la esperanza ciega —no fe, porque fe y ceguedad son dos conceptos mutuamente excluyentes—, apostaron por una clase política que dice oponerse al régimen, pero que en camino no ha hecho más que beneficiarse y jugar con los sentimientos de toda una nación. Siento volver a decirlo, pero ninguna tiranía en la historia ha entregado el poder con una sonrisa o ha salido con buenos modales y la apelación a una institucionalidad inexistente, mucho menos jugando con sus reglas y en su terreno bien estudiado.

Probablemente algunos dirán que Maria Corina Machado (MCM) no es igual a esa clase política, pero, contrario a lo que sostengan muchos, que apelan a un pragmatismo idiota, infantil, inmaduro, de clara incomprensión de nuestra realidad, ella se ha ligado con todos ellos, llegando incluso a permitir que sean quienes determinen su agenda. No es difícil entender que no se puede seguir confiando en traidores y corruptos para algo tan noble como la libertad de un país. Los fantasmas de los fracasos del pasado quedan solapados con todo un movimiento que se gestó solo en el sentimentalismo y el deseo de un cambio, que terminó por dejar en evidencia lo que ha sido el mayor de los fracasos de la historia de Venezuela, a saber: confiar ciegamente en políticos. Sabemos que estamos mal como nación cuando los lideres que han nacido del seno de nuestra sociedad solo le ha quedado pasar a la historia con consignas vacías y pedir “cerrar los ojos e imaginar una Venezuela libre” o mandar, en claro acto irresponsable, dado el contexto, a salir a las calles a exponer innecesariamente a las personas ante el mal sin escrúpulos.

Ahora bien, ¿Es culpa de MCM? No del todo. De hecho, tiene coraje, muchos deberíamos tenerlo, cuando sea el momento, pero lo que no demostró tener es la claridad mental y el liderazgo en tiempos de crisis, pues no estuvo a la altura de las circunstancias, de la misma forma que no lo han estado millones de venezolanos que se han dejado llevar por la emoción y creyeron en ilusiones, sin reparo en la realidad. Muchos afirman que esos millones de venezolanos salieron a manifestar su rechazo al régimen gracias a su liderazgo, pero yo pregunto ¿Eso de qué ha servido? Después de tanto tiempo en lo mismo, ¿De verdad la gente sigue creyendo que focos de protestas dispersos, desorganizados, sin plan ni objetivos claros, tumban tiranías? Aquel que creyó que habría —o crea que habrá— intervención militar extranjera, así como si nada, peca de iluso junto a todos los que jugaron a la democracia con los mayores enemigos de la misma y la libertad.

No, no era necesario todo este proceso para deslegitimar al régimen, porque eso no lo tienen desde hace mucho. No, no era necesario este proceso para demostrar que no tienen el apoyo de la mayoría de la población, porque eso es evidente desde hace mucho. No, no era necesario todo lo que se gestó desde meses antes al 22 de octubre del 2023, pasando por el 28 de julio del 2024, para incentivar nuevamente la llama de la libertad en Venezuela, porque eso es latente, a pesar de muchos desatinos y de la traición de los lideres en distintas etapas de la historia contemporánea.

Hoy, como no sucedía en el pasado, los venezolanos demostraron que ya no están dispuestos a salir a la calle a dar su vida sin un objetivo claro, pues su ímpetu quedó corroído por las acciones de un liderazgo que apeló a la banalidad, a la farándula, al show mediático, al azar, a la religión, al “hay que hacer algo, porque peor es no hacer nada”. Toda esa ambigüedad e infantilismo inútil desgasta la voluntad de las personas, y hoy los siento desesperanzados —algunos—, o imaginando más escenarios estúpidos para alimentar su esperanza ciega —otros—. No obstante, tengo la firme convicción de que este punto será un golpe de realidad para la reflexión profunda, la aceptación de los errores y la focalización para posteriores acciones que dejen al margen los desatinos.

Ha llegado ya el momento de dejar de confiar en esos políticos venezolanos que se han aprovechado del clamor y la desesperación por un cambio en el país para atraer a los incautos a sus causas vacías. Estos personajes, sumado a las creencias y acciones desatinadas de años, solo han servido para desmoralizar y fungir como uno de los soportes que sostiene la estructura del régimen en el poder. Este no es el momento de desmoralizarse, sino el momento de clarificar nuestra mente para concentrarse y canalizar todo el cumulo de emociones negativas hacia la construcción de aquello que sí los sacará de donde se ufanan estar. En los próximos años, este debe ser el marco de acción de quienes quieren una transformación en Venezuela, no otro.

No decaiga, eso es lo que ellos quieren, venderse como los invencibles, los intocables, los que pueden aplastar con fuerza a su enemigo, pero todo ello es apariencia momentánea, dadas las circunstancias, no algo estático que permanecerá en el tiempo, si, nuevamente he de destacarlo, hay claridad mental. Si la sociedad venezolana no abre los ojos y sigue pensando que esto sale con oraciones y gritos o cacerolas en las calles, lamentablemente estará condenada a sufrir este yugo maldito por décadas.

Si bien, nada es de la noche a la mañana. La construcción de una Venezuela libre requiere el esfuerzo de todos nosotros, que recuperemos ese sentido de comunidad que nos arrebataron con tantos años de paternalismo estatal —que viene desde antes de Chávez—, que recuperemos la autoestima —lo cual significa dejar de ser “pueblo” y convertirse en “ciudadanos” bien informados— y olvidemos a los héroes de las historias que nos han vendido, para reconocer que es el sentido de pertenencia, la alteridad, sumado a la unidad, enfoque, organización, determinación y coraje, de los civiles y/o la ciudadanía lo que cambian el curso de su historia. Si bien, no crea que es una civilidad idiota que se resiste con pensamiento mágico pendejo y permite que personalidades trastornadas representen sus intereses políticos, sino una que vela por sus intereses y está dispuesto a hacer lo que sea necesario para conservar su libertad.

Libertad, libertad, libertad… la libertad no se conquista, sino que es la condición primaria natural del ser humano, por tanto, solo se recupera y defiende de aquellos que buscan limitarla y enmarcarla en sus designios por la fuerza. Veamos si el venezolano estará a la altura de lo que nos exige este momento histórico para recuperar y defender aquello que tanto anhela, cuando sea el momento, o si, por el contrario, seguirá creyendo en los mesías de turno y tercerizando su responsabilidad. Cuando llegue ese momento, mañana, un mes, uno, diez o quince años, la clase política querrá adjudicarse méritos, y espero que la misma sociedad preparada se encargue de juzgarlos.

Sin más que agregar, se despide alguien a quien muchos se han cansado de insultar, pero que mantiene sus principios y convicciones, esperando que en algún momento esos insultos se conviertan en una mano amiga para la consecución de aquello que queremos todos y la insensatez de algunos —o muchos— no nos ha permitido conseguir. Madure políticamente, deje el infantilismo y borreguismo, la ceguedad, porque la primera libertad se consigue cuando nos liberamos de las cadenas mentales que limitan nuestro progreso.

Buen día, no feliz, Venezuela.

Looking for Freedom: La noche que cayó el muro

Por Luis Torrealba, Coordinador Nacional de EsLibertad Nicaragua.

Era la noche del 9 de noviembre de 1989 y habían pasado más de 30 años desde que Berlín se encontraba dividida por un infame Muro. Pero esa noche, los alemanes y en mundo entero estaban a punto de experimentar un cambio profundo. La tensión que había impregnado la ciudad, dividida entre la Republica Democrática Alemana al Este y la Alemania Federal al Oeste, estaba a punto de romperse. Aquella noche no se trataría solo de la caída de un muro físico, sino del colapso de un sistema que por muchos años, había asfixiado las aspiraciones de libertad de toda una generación de jóvenes.

Ya desde mediados de los años 80s, una fuerza latente había estado floreciendo entre los ciudadanos de la Alemania Oriental, especialmente entre los jóvenes. Había una necesidad natural de libertad, y los astros se empezaban a alinear para mostrar el momento de dar el salto. Sin embargo, el cambio no llegó solo desde las protestas, las reuniones secretas y las instituciones. La metamorfosis social y política en Alemania, fue impulsada por algo mucho más poderoso y sutil: la cultura pop. La música, el cine, la moda, los libros, todo lo que pudiese ser contrabandeado desde el otro lado del Muro se convertía en un símbolo de resistencia y de esperanza para aquellos que vivían sus sueños de libertad entre las sombras.

En particular, un cantante y actor estadounidense, David Hasselhoff, se había convertido en un símbolo inesperado de libertad para los jóvenes de la RDA. Su éxito en Alemania Occidental con la canción «Looking for Freedom» hacia simbiosis con las aspiraciones de muchos jóvenes al otro lado del Muro. El estribillo de la canción poco a poco se fue convertido en un himno de aquellos que, en silencio y con miedo, soñaban con el día en que pudieran cruzar al otro lado sin temor de ser apresados, sin ser vistos como enemigos del Estado o de ser asesinado en la búsqueda de una mejor vida.

Es innegable el papel que jugo la cultura pop de los 80s en la caída del sistema comunista alemán. Fue la chispa de inspiración que encendió en los los corazones de los jóvenes del Este el deseo de un cambio real y amalgamo todas las aspiraciones de libertad de esa generación. Esas películas, discos y programas de televisión que llegaban desde Occidente, considerados como material subversivo por el régimen comunista, mostraban una vida diferente, con más opciones, más oportunidades, menos restricciones, es decir, mostraban la plenitud de una vida en libertad.

A través de los símbolos de la cultura pop, los jóvenes del Este podían imaginar lo que significaba realmente ser libre, y lo hicieron propio asumiedo ese estilo de vida. Se organizaban en secreto, intercambiaban discos y revistas prohibidas, e incluso trataban de vestirse como los ídolos de Occidente, porque la moda de esa época también fue una forma de expresar los deseos de cambio, incluso si esto representaba un riesgo para la seguridad personal, porque la libertad en ese momento ya se había convertido en una necesidad irrenunciable.

Pero regresando al momento de la noche decisiva. Se cuenta que durante esas horas la confusión reinaba en Berlín. Un anuncio ambiguo sobre la apertura del Muro, hecho en una rara conferencia de prensa con medios internacionales por un burócrata gris del gobierno de la RDA, Günter Schabowski, fue el catalizador para que cientos de personas se agolparan inmediatamente en los puntos de control que dividían la ciudad. Al principio, los guardias no sabían qué hacer. La euforia se apoderó de la multitud, y, poco a poco, los primeros valientes comenzaron a cruzar. Los abrazos, las lágrimas y los gritos de celebración llenaron el aire. En esos momentos, los vientos de libertad que llenaron los pulmones de los jóvenes alemanes hicieron que el mundo y la historia cambiara para siempre.

Las horas que siguieron fueron un espectáculo único. Jóvenes y adultos cruzaban hacia el otro lado, no solo para ver un nuevo mundo, sino para experimentar algo que nunca habían tenido, el derecho a elegir sus propios destinos. La música, esa misma que había sido prohibida y censurada, fue ahora la banda sonora de la libertad. A lo largo del Muro, la gente comenzó a bailar y a cantar. Nadie sabe de dónde salió en primer martillo, quizás fue la magia que se oculta detrás de los momentos históricos, pero al poco tiempo eran cientos los que golpeaban el concreto con mandarrias y picos. La misma cultura pop que había sido reprimida ahora se convertía en el eco de una victoria que semanas antes nadie creía posible.

Esa noche, no fue solo un muro lo que se derrumbó, fue un sistema entero que por años había intentado construir su imperio sobre los sueños rotos de millones de personas. Los jóvenes que crecieron viendo hacia Occidente con ansias de libertad lograron algo tan grande para la historia de la humanidad, que hasta ahora ha sido irrepetible. A través de la música, de la moda y del arte, los jóvenes de Alemania Oriental encontraron una voz, y esa voz fue más fuerte que cualquier muro de cemento o alambre, fue más fuerte que la Stasi, que las balas y los tanques del Kremlin.

Hoy, cuando recordamos esa noche, nos damos cuenta que la cultura pop dejo de ser simplemente entretenimiento y se convirtió en una herramienta de resistencia, un refugio de esperanza y, al final, el motor de un cambio histórico. En medio de las lágrimas, los abrazos y los cantos, los ciudadanos de Berlín le enseñaron al mundo una lección eterna: cuando una generación está decidida a buscar la libertad, no hay muros ni barreras que pueda detenerlos. Esa generación hizo realidad su anhelada libertad una fría noche de noviembre, entre latas de Coca-Cola y jóvenes bailando encima de viejos Ladas al ritmo de «Looking for Freedom».

El Hipócrita caso del Dr. Errejón y Mr. Hyde

Por Luis Torrealba, Coordinador Nacional de EsLibertad Nicaragua.

El niño probeta de la izquierda española, conocido formalmente como Íñigo Errejón, ha caído en desgracia. Nadie podía imaginar hace unos días que esto pasaría. Los innumerables escándalos de corrupción en el que está inmerso el gobierno social-comunista de Pedro Sánchez no dejaban espacio para siquiera imaginar la asquerosa personalidad del hijo de la mentira.

Pero este jueves, a Errejón se le adelantó el domingo con las múltiples denuncias que exponían su vomitiva forma de tratar a las mujeres, que no pudieron seguir siendo silenciadas por sus compañeros de partidos. Ha sido una facción de la misma izquierda radical, a la que pertenece Errejón, la que ha decidido llevarlo al paredón y cumplir esa máxima de que “la revolución se come a sus hijos”.

Después de leer el penoso comunicado donde dimitía a su escaño, creo que la única forma de intentar entender su oscura dualidad es observando el emblemático caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, del escritor británico Robert Louis Stevenson. 

La historia trata sobre un hombre que lucha entre su identidad respetable como el Dr. Jekyll y sus impulsos oscuros, manifestados en la figura de Mr. Hyde. Si nos remontamos al discurso público de estos políticos de laboratorios marxistas y lo comparamos con los escándalos que han surgido recientemente alrededor, no solo de Errejón, sino de otros políticos de izquierda, como el expresidente de Bolivia Evo Morales, podemos encontrar una inquietante similitud. Es decir, la izquierda se presenta como un noble señor con superioridad moral, pero a la sombra es el monstruo más vil que se pueda conocer.

El defenestrando Íñigo Errejón construyó su carrera en la política española como un defensor de la justicia social y la igualdad de género, enarbolando banderas feministas desde su partido Más País, y anteriormente en el Podemos de Pablo Iglesias. Su discurso, como el de muchos otros políticos de la izquierda trasnochada, ha resonado en favor de las mujeres, denunciando la violencia de género y condenando el machismo. 

Errejón, como el Dr. Jekyll, buscó consolidarse como un símbolo de los “valores progresistas”, alguien intachable que lucha por la equidad en una sociedad desigual, donde “todex” fuesen respetados.

Sin embargo, en el trasfondo, surge la figura de Mr. Hyde, un personaje que, en la sombra, deja entrever el rostro de una realidad más oscura y menos edificante. Las acusaciones de abuso y acoso hacia mujeres son un recordatorio de que los discursos pueden ser tan solo máscaras. 

En este contexto, Mr. Hyde se manifiesta en Errejón cada vez que, tras el velo de la ideología, surgen conductas reprobables que contradicen su discurso. Solo basta con detallar el comunicado de Errejón, donde, más que aceptar su responsabilidad, solo justifica su comportamiento delictivo afirmando estar en tratamiento psicológico producto del desgaste mental, apelando a cosas como la exposición al “patriarcado de los hombres” e incluso hasta “una forma de vida neoliberal”. En otras palabras, Errejón en su comunicado nos dice que la víctima es él, que solo abusa de las mujeres porque un monstruo machista y facha se apodera de su cuerpo.

En el relato de Stevenson, Jekyll se transforma en Hyde gracias a una poción que lo libera de las restricciones morales y sociales, permitiéndole actuar sin escrúpulos. Errejón, al igual que muchos políticos que se amparan en un discurso progresista, parece haberse bebido su propia pócima ideológica. Se trata de una combinación de poder, impunidad y moral selectiva que permite actuar bajo la premisa de que los fines o los puestos justifican los medios.

Desde tiempos de Zapatero, la izquierda política en España se ha apropiado del feminismo y lo ha convertido en un eje central de su discurso. Sin embargo, en casos como el de Errejón, se evidencia que este feminismo es de conveniencia. 

Cuando las acusaciones recaen en figuras de su propio espectro político, surgen los dobles estándares y las defensas partidistas. Los mismos que con fervor exigen justicia ante casos de abuso, enmudecen o desvían la atención cuando el señalado es uno de los suyos. En el caso de Errejón, la cloaca del encubrimiento se ha destapado y ya las primeras cucarachas han sido liquidadas, como ha sucedido con la diputada Loreto Arenillas de Más Madrid en el parlamento regional, que ha sido obligada a dimitir por estar relacionada con el encubrimiento de los acosos de Errejón.

Al final del relato de Stevenson, el Dr. Jekyll ya no puede controlar a Mr. Hyde, quien termina dominándolo completamente. Algo similar le sucede a Errejón y a la izquierda que lo protege. Más temprano que tarde, las inconsistencias y la hipocresía erosionan la confianza y terminan desenmascarando la doble moral. La figura de Errejón, y de la izquierda en general como defensor de los derechos de las mujeres, está manchada por una sombra que crece cada día más, una sombra que representa el horrible rostro de Mr. Hyde. 

Hoy la izquierda radical toca el réquiem por quien fuera su niño prometido, el que a sus 40 años iba a regenerar la política española. Mientras, Yolanda Díaz y el séquito de viudas que dejan Errejón o Mr Hyde, dependiendo el caso, le lloran en secreto, para guardar las formas. Pablo Iglesias desde su ataúd manda a doblar las campanas por su más íntimo enemigo, mientras esboza una sonrisa pícara en su cara y se pone un perfume que huele a Moscú para celebrar que ya no estará solo en el más allá.

BRICS: Por qué Cuba Y Bolivia si, pero Venezuela No

Por Dennister Morales, Abogado y doctorando en economía aplicada.

Ha culminado con un rotundo éxito la cumbre de países BRICS+, teniendo como resultado una cantidad de nuevos países alineados al bloque, la presentación de un nuevo sistema de pagos transfronterizo alternativo al SWIFT para evadir las sanciones de la mano con el BRICS Bridge1 y el BRICS Pay2, el presidente Vladimir Putin como gran figura, demostrando que el relato de la anglosfera (término usado por el analista Alfredo Jalife) de una Rusia aislada y en problemas con sus aliados no deja de ser una simple mentira tendenciosa con los fines de mantener el relato occidental.

Sin embargo, una noticia que ha causado sorpresa y desconcierto entre muchos, es la inclusión de Cuba y Bolivia dentro del bloque, dejando por fuera a una Venezuela que usa desde hace mucho tiempo el tema BRICS como fuente de amenaza a los fines de intentar controlar cualquier diálogo con otros países. Pero la entrada de estos dos países tiene mucho más detrás de bambalinas que la simple frase que está corriendo en Venezuela que suena a “hasta Bolivia y Cuba nos ganaron”. Intentaremos revisar el porqué de la decisión y donde queda Venezuela en este tablero geopolítico y que puede significar su omisión en el grupo BRICS.

De los portaaviones terrestres

El 6 de junio de 1944 es una fecha clave en la historia. Es el día del famoso desembarco de Normandía, que permitió abrir un segundo frente de batalla contra las fuerzas del eje, lideradas por la Alemania y con ello el principio del fin del régimen nazi y la segunda guerra mundial. A su vez, el éxito de dicha operación genera el inicio de los que sería la nueva doctrina de guerra de los Estados Unidos: El desembarco con grandes cantidades tropa y material bélico para asegurar una invasión o la apertura de una cabeza de puente, como se conoce en el argot militar.

De esta forma, EE. UU. desarrollaría una gran cantidad de portaaviones, que viajan acompañados de toda una flota que incluye destructores, fragatas y submarinos, con los cuales se convertirían en poco tiempo en los dueños absolutos de los mares. Para ellos pasó a ser vital el control de los mares, otrora dominado por los británicos, asegurándose la posibilidad de replicar de forma exitosa ese 6 de junio. Pero no todos los portaaviones son de hierro y surcan los mares. Hay otros que son inamovibles, de tierra firme y que sirven para múltiples propósitos. El caso más evidente sería Taiwán, el cual empezó a tener una importancia geoestratégica cuando China dejaba de ser ese país de solo mano de obra barata, y empezaba a tener un crecimiento económico importante. Pocos países reconocen a Taiwán, pero EE. UU. es uno de ellos. Este pequeño pedazo de tierra en medio del mar justo frente a China funciona como un portaaviones natural que permite desarrollar tácticas, tanto militares para enfrentar el futuro teatro de operaciones de Asia Pacífico, como para generar presiones económicas y financieras, siendo este pequeño país una potencia en cuanto a microprocesadores se refiere.

Así, otros países adoptan parte de esta doctrina, adoptando una visión similar en cuando a tener un satélite natural en el hemisferio occidental. Y apoyado por una ideología común, la extinta Unión Soviética (y luego la Federación Rusa) utiliza desde hace un tiempo a Cuba como su portaaviones natural en el hemisferio, cuyo momento más crítico pasó a ser la crisis de los misiles en los años sesenta, bajo la presidencia de John F. Kennedy y Nikita Jrushchov. A pesar de los vaivenes que ha sufrido Cuba desde la caída del muro del Berlín y el “periodo especial”3, siempre se ha mantenido como ese portaaviones natural, y muy seguro, para los euroasiáticos, que ha visto su resurgir en los últimos años.

Del litio y la transición energética

El tema del cambio climático es uno de esos problemas que no solo unen a la humanidad en la búsqueda de una solución, sino también de esos que dividen naciones, que buscan las oportunidades en las crisis. China ha sido en los últimos años no solo la gran fábrica del mundo, son también quienes han logrado desarrollar tecnología de energías limpias muchas efectivas tanto en términos de eficiencia tecnológica, como eficiencia financiera. La industria de automóviles eléctricos, paneles solares y todo lo que le rodea, es liderada actualmente por el gigante asiático, tanto que la industria de la automoción europea se encuentra cercada por todos los costados ante una China que lidera ese sector4, con autos más económicos y con mejores prestaciones, lo cual ha generado una reacción en la Unión Europea que se debate en imponer aranceles a los productos chinos y evitar la caída de su industria5. Supongo aún no olvidan el desastre que provocó el modelo CB750 de Honda en los 70’s en el mercado de las motos, que llevó a la quiebra a buena parte de la industria europea de ese ramo y posicionó a Japón en el primer lugar del mercado motos por muchos años.

Sin embargo, todo esto viene de la mano de nuevos componentes y materiales, dentro de los cuales tenemos el que muchos llaman “el nuevo petróleo”6: el litio. Este componente es fundamental para no solo para la industria automotriz, sino para toda una variedad de artefactos electrónicos, desde teléfonos celulares hasta fabricación de aviones. Este mineral es fundamental de cara a los esfuerzos por la llamada transición energética. Según Statista, citado por bloomberg “se espera que para el 2030 la demanda mundial supere los dos millones de toneladas, lo que supone más del doble de la demanda para 2025”6. De lo anterior se tiene una fotografía clara de que quien tenga las reservas de este mineral, tendrá asegurada una ventaja en el sector. Actualmente, las reservas probadas mas grandes del planeta es lo que se conoce como el triángulo del litio, zona que comprende terrenos de Argentina, Bolivia y Chile, y donde se concentra el 80% de las reservas mundiales mundiales7, de los cuales Bolivia tiene al menos el 42% del total8, tomando cifras de 2022.

BRICS y su ajedrez geopolítico.

El bloque liderado por Rusia y China tiene trazada una hoja de ruta muy específica, cuyo fin ulterior es terminar con la hegemonía global del dólar a nivel mundial. Este plan va de la mano del proyecto de la ruta de la seda por parte de China y Rusia como impulsora energética y contrafuerza a nivel militar y geopolítico de todo occidente. La cumbre recién finalizada en la ciudad de Kazán, en Rusia, dejó a un Vladimir Putin totalmente renovado, con un mensaje claro sobre la preponderancia de Rusia en el mundo y estrechando lazos con sus socios cercanos, quienes no dejaron pasar la oportunidad para ofrecer su apoyo a la Federación Rusa.

De la misma manera, un grupo de países fue adherido al bloque de forma oficial, aunque con el nuevo estatus de socio y no de miembro a Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam9. De este puñado de socios, nos concentraremos en los dos únicos países del continente americano: Cuba y Bolivia. A pesar de todas las apuestas y gestiones, Venezuela no fue admitida dentro del bloque como socio, más específicamente por el veto de Brasil, a través de su asesor de asuntos internacionales, Celso Amorín.

De este modo, estamos ante la fractura internacional más importante del gobierno venezolano en décadas, Brasil, quien además reitera una pérdida de confianza en el gobierno venezolano con motivo del tema de las actas electorales. El bloque aduce que Venezuela estaba por entrar pero las diferencias con Brasil lo impidieron10. Esto deja a interpretación varios asuntos. El primero, como el bloque BRICS no solo es una unión económica, sino geopolítica y estratégica que no se aparta de su hoja de ruta.

En este sentido, Cuba, como se explicó antes, sigue manteniendo una firma posición geopolítica para el bloque. Es su portaaviones terrestre, estratégicamente ubicado, que permite tanto a China, como a Rusia (los aliados más poderosos) usar la isla como contrapeso ante cualquier evento, más especialmente, desde que la administración Obama anunció su política de “Pivote a Asia” en 201111 y retomada por la administración Biden12, reconociendo la región de Asia Pacífico como el nuevo centro de pugna para la geopolítica mundial en los años venideros12. Esto hace que Cuba adquiera una nueva dimensión aún y cuando su contribución al bloque es realmente pobre en cuando a PIB o población.

Del mismo modo, Bolivia es una parte aún más importante. Sus inmensas reservas de litio, nacionalizadas por Evo Morales en 200813 la convierten en uno de los países más pretendidos por los grandes capitales, ávidos del material necesario para apuntalar sus posiciones en el terreno de la electrónica y la transición energética. La entrada en BRICS de Bolivia permite que China tenga un socio confiable de este mineral, permitiéndole aventajar, aún mas, a sus competidores. Del mismo modo, este mineral ha presentado problemas para su explotación en Bolivia por la carencia de tecnología y recursos económicos14, lo cual ha sido aprovechado tanto por Rusia como por China15 monopolizando la explotación del litio, buscando un control total de las tecnologías dependientes de este mineral.

Así pues tenemos una fotografía que permite entender el porqué Venezuela no es socio. La confianza es una cualidad básica en las relaciones comerciales. De hecho, la confianza es tan fundamental, que es la base sobre la que se sustenta el poder del dólar, al igual que todas las monedas fiduciarias. Esa confianza parece haberse perdido en quienes rigen los destinos de la nación. A su vez, demuestra que Venezuela tiene muy poco que ofrecer al bloque más allá de petróleo, que aunque tenga las mayores reservas probadas de este hidrocarburo, la empresa estatal está quebrada y eso hace que la inversión necesaria sea demasiado grande en un entorno donde los precios tienden a la baja16 en los años por venir por una previsión, también bajista, de la demanda. Aunado, la ya mencionada falta de confianza es un lastre muy pesado, porque ya los socios estratégicos se los piensan dos veces antes de invertir dinero en un lugar donde han visto como el mismo desaparece y no se muestran señales de progreso, como si ha sucedido con megaproyectos en otros lugares, tales como los puertos de Corío y Chancay, ambos en Perú con una fuerte inversión china y cuya capacidad es similar al puerto principal de EE. UU., el puerto de Los Ángeles, toda una declaración de intenciones.

Por otro lado, el tema de Ucrania no escapa de la controvertida decisión. En el momento en que se escriben estas lineas (menos de dos semanas para las elecciones presidenciales en EE. UU.), las encuestas colocan a Donald Trump como virtual ganador de la contienda electoral17. Esto no deja de ser interesante en un contexto donde Trump ha demostrado en varias ocasiones su descontento con la guerra en Ucrania y ha expresado que la resolvería en 24 horas18, aunque sin decir cómo. A juicio de quien escribe, Venezuela podría pasar a ser moneda de cambio ante un eventual acuerdo, donde EE. UU. abandone y deje a Ucrania y Rusia haga lo propio con Venezuela. Con Venezuela como socio BRICS tal solución no sería posible. Así que el retraso puede venir dado por la posibilidad de un acuerdo que beneficie a ambas partes, y que deje a Venezuela con las mismas posibilidades de entrar como socio en el futuro cercano de ganar Kamala Harris, lo cual significaría la continuidad del conflicto bélico con Ucrania.

En conclusión, Venezuela queda muy tocada al no ser tomada en cuenta para los BRICS, en un contexto de quiebre con un aliado de siempre, como lo ha sido Lula da Silva. El grupo de nuevos socios son todos países con capacidad de liderazgo en algún sector en sus regiones (Nigeria con unas reservas probadas de petróleo similares a las de EE. UU19 o Argelia como cuarto mayor exportador de gas del mundo20) y además, tienen la confianza de los líderes del bloque que las inversiones se respetarán y serán manejadas por sus inversores. Venezuela perdió esa cualidad y el tema electoral los ha dejado muy tocados a nivel internacional. No debemos engañarnos, el país sigue contando con el apoyo de los miembros principales del bloque, pero no tiene su confianza. La sombra de Trump se alarga en un contexto complicado donde inclusive durante la reciente cumbre, los países BRICS también pidieron que termine el conflicto. Ellos mejor que nadie saben que donde entra el comercio no entran las balas y si BRICS pretende ser una alternativa real al Status Quo, deben mostrarse fiables, pero sobre todo, mostrarse como países que no buscan la guerra sino el comercio entre sus pares (opiniones aparte).

El tiempo mostrará el motivo real de omisión de Venezuela y la lógica la desazón del gobierno venezolano ante la actitud del bloque, atribuida hasta ahora a Brasil. Pero sobre todo, toca esperar si la posible llegada de Trump nuevamente a la Casablanca logra cambiar el panorama, tanto externo como interno de Venezuela.


Referencias

1. https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/13047203/10/24/rusia-cree-haber-encontrado-el-punto-debil-de-eeuu-el-puente-de-los-brics-para-derrocar-al-dolar-del-trono-mundial.html

2. https://brics-pay.com/

3. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-47941889

4. https://www.nytimes.com/es/2024/05/15/espanol/china-autos-electricos.html

5. https://es.euronews.com/my-europe/2024/10/04/la-comision-europea-rompe-el-bloqueo-y-aprueba-aranceles-a-coches-electricos-chinos

6. https://www.bloomberglinea.com/2022/04/21/el-abc-sobre-el-litio-por-que-es-llamado-nuevo-petroleo/

7. https://cladea.org/wp-content/uploads/2022/01/364Cesar-Murua-Mariano-Mosquera-and-Gaston-Luna-El-triangulo-del-litio-en-Argentina-Bolivia-y-Chile.pdf

8. https://www.la-razon.com/economia/2022/03/28/el-triangulo-del-litio-concentra-el-68-del-litio-en-tres-paises-latinoamericanos/

9. https://www.negocios.com/brics-bolivia-indonesia-bielorrusia-y-otros-10-paises-son-socios/

10. https://www.eleconomista.com.mx/internacionales/brasil-dice-veto-venezuela-brics-tema-democracia-perdida-confianza-20241025-731532.html

11. https://www.researchgate.net/publication/380577682_THE_PIVOT_TO_ASIA_POLICY_AND_CHINA’S_RISE_COMPETITION_BETWEEN_US_AND_CHINA_IN_ASIA_PACIFIC

12. https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.16972/pr.16972.pdf

13. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-61185238

14. https://www.eluniversal.com.mx/mundo/litio-en-bolivia-por-que-tiene-tantos-problemas-para-explotar-ese-recurso/

15. https://www.vozdeamerica.com/a/bolivia-acelera-explotacion-litio-china-rusia-socios/7160659.html

16. https://www.mckinsey.com/industries/oil-and-gas/our-insights/global-energy-perspective-2023-oil-outlook

17. https://prod-i.a.dj.com/public/resources/documents/WSJ_partial_results_late_Oct_2024.pdf

18. https://www.la-razon.com/mundo/2024/09/03/fin-a-la-guerra/

19. https://www.larazon.es/internacional/africa/que-petroleras-estan-hartas-nigeria-pais-mas-petroleo-africa_2024020365be6425b834070001f5424d.html#:~:text=Nigeria%20tiene%20unas%20reservas%20probadas,explotar%20al%20m%C3%A1ximo%20sus%20recursos.

20. https://www.mordorintelligence.com/es/industry-reports/algeria-oil-and-gas-market

“Nadie nos vas a extrañar”: la serie que explica cómo funciona el Estado criminal

Por Luis Torrealba, Coordinador Nacional de EsLibertad Nicaragua.

La nueva serie de Amazon Prime se está convirtiendo en un fenómeno de culto dentro de las series producidas en Latinoamérica, pues en las redes no dejan de hablarse de ella. Ambientada en los años 90, es una historia que, aunque parezca la típica serie adolescente, trata temas muy profundos como la amistad, la depresión, el suicidio y, aun sin intención de los productores de la serie, también nos muestra lo dañino que puede ser el Estado criminal para los individuos y no los explica en el inocente microcosmo social de un colegio latinoamericano.

La serie tiene todas las características de su género, como muchas referencias a series y películas de los 80s y 90s; la estructura de los personajes, tan a lo The Breakfast Club, que nos sumergen en la moda de esos años y nos hace sentir nostalgia por una época que no vivimos.

Es 1994 (el año que paso de todo) en Ciudad de México y cinco chicos manejan “un negocio ilegal” en su colegio. Lo ilegal: vender tareas y trabajos a sus compañeros, con la ventaja social que en la fauna escolar nadie nunca sospecha de los nerds. Su negocio les trae dinero y por supuesto popularidad. Pero las hormonas y una muerte inesperada amenazan con arruinarlo todo su entramado. Ahora bien, no haremos aquí spoilers de la serie, profundizar en sus capítulos quedará como homework del lector. Nos enfocaremos en analizar únicamente el tema que nos atañe.

Si bien la serie presenta una visión ficticia de ciertas realidades sociales, y para nada busca ser un tratado académico sobre el funcionamiento de un Estado criminal, podemos analizar cómo la misma utiliza elementos narrativos para explorar temas relacionados con el acoso, el poder, la violencia, la corrupción y las desigualdades que esto genera. Con la narrativa más inocente posible, la serie nos va mostrando como opera un Estado delincuente, y no me refiero al lucrativo negocio de los protagonistas, sino a todo lo que hay detrás, a las figuras de autoridad que son representadas en la serie, y que en todo caso convierten a los personajes principales en víctimas.

En el centro de la serie está el colegio, un espacio que debería representar orden y educación, pero que en «Nadie Nos Va a Extrañar» toma el papel de una arena controlada por jerarquías informales y abusos de poder. Los adolescentes, aunque jóvenes e inexpertos, operan dentro de sistemas de control y manipulación muy similares a los que se encuentran en un Estado criminal. Los personajes que ostentan mayor poder social toman decisiones que afectan la vida de los más débiles, usando la intimidación, el chantaje y la violencia psicológica para mantener su estatus.

Este reflejo de una jerarquía injusta nos remite a la estructura de un estado corrupto, donde una élite o grupo selecto acumula poder mientras explota al resto de la población. Los personajes que ostentan el poder en el colegio lo hacen al margen de la ley institucional o, peor aún, con la complicidad de autoridades que, en lugar de proteger, perpetúan el desequilibrio. Esto crea una sensación de desamparo entre los personajes que están fuera de este círculo, similar a cómo los ciudadanos en un estado criminal viven bajo el yugo de una élite corrupta y violenta. Y, sin duda, este ambiente funciona como caldo de cultivo para la creación de mercados al margen de lo éticamente correcto por parte de personas que en otras circunstancias serían ciudadanos ejemplares.

Otro aspecto crucial en la serie es la presencia de adultos que deberían funcionar como figuras de autoridad. Profesores, padres y otras figuras representativas están, en su mayoría, ausentes, desinteresados o directamente involucrados en los actos de corrupción que los adolescentes enfrentan. Esta pasividad o complicidad de las instituciones recuerda a la corrupción sistemática de los estados criminales, donde los organismos encargados de velar por la justicia y el bienestar de los ciudadanos están profundamente infiltrados por el crimen organizado o son negligentes.

Las figuras de autoridad en «Nadie Nos Va a Extrañar» no solo son ineficaces para poner fin a los abusos, sino que también perpetúan las dinámicas de poder y control que mantienen el statu quo. Los personajes adultos parecen más interesados en proteger su propia reputación o en mantener la «normalidad» que en resolver los problemas que afectan a los jóvenes. Esto es un claro paralelismo con las burocracias corruptas que, en lugar de actuar en favor del bien común, protegen a los que detentan el poder. La serie nos brinda un ejemplo muy ilustrativo de como las figuras que representan la autoridad se apiñan para bloquear cualquier cambio, como ocurre a lo largo de la serie con la nueva profesora de inglés, la maestra Ilse, cuyas propuestas e ideas para mejorar el funcionamiento de la institución son omitidas de manera sistemática por todos sus colegas.

Lo que «Nadie Nos Va a Extrañar» logra con destreza es crear una metáfora de cómo se organizan y operan los estados criminales, a través de las dinámicas de una comunidad adolescente. Aunque los personajes son jóvenes y sus conflictos parecen centrados en las relaciones escolares y la vida social, las implicaciones de sus acciones y decisiones son mucho más profundas. La serie pone de manifiesto cómo un sistema de poder puede formarse y perpetuarse en cualquier entorno, incluyendo el aparentemente inofensivo mundo del patio de colegio.

Después de ver la serie me surgieron varias interrogantes que, aunque parezcan random, no dejan de tener una duda profunda en ellas: ¿Son nuestras naciones adolescentes aún? Si sí, ¿Qué tipo de adolescentes? ¿Adolescentes conflictivos? ¿O, quizás, con algún problema de abandono parental? Aún tenemos la tarea de averiguarlo. Mientras tanto, nos toca la labor de intentar hacer lo mejor para contar un final, un final feliz para nuestras trágicas naciones.

“Venceréis, pero no convenceréis”: una historia de otro 12 de octubre

Por Luis Torrealba, Coordinador Nacional de EsLibertad Nicaragua.

Hay historias trascienden el tiempo, marcando un antes y un después en la conciencia social. Son relatos de hombres y mujeres comunes que, en momentos extraordinarios, realizan actos que inspiran a generaciones. En la convulsa España de 1936, un talante así se hizo patente en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, donde el rector Don Miguel de Unamuno protagonizó un acto de valentía que merece ser recordado en estos extraños y autoritarios días de la posverdad.

Unamuno, figura emblemática de la Generación del 98 y pilar del pensamiento español del siglo XX, encarnó la angustia existencial de su época. Su filosofía, aunque no sistematizada, resonó en las mentes de muchos, convirtiéndolo en un referente intelectual. Sin embargo, fue en su papel de rector donde demostró una valentía inquebrantable, enfrentándose a las fuerzas del totalitarismo que amenazaban con sumir a España en la barbarie.

Definir a Unamuno como de derechas o de izquierdas resulta complicado. Más bien, fue un viejo profesor que se resistió a ver corrompido el templo de la inteligencia. Su vida fue un constante acto de inconformismo, guiado por la filosofía de vivir según su propio criterio. Un individualista en acción y pensamiento, se opuso a la monarquía, se enfrentó a los Borbones y a los militares. Esta postura le costó el destierro a Fuerteventura durante la dictadura de Primo de Rivera.

Aunque fue considerado uno de los padres de la II República española, su desencanto con el régimen lo llevó a rebelarse contra ella cuando se acomodó en el poder. No pudo alinearse con la República debido a sus excesos, ni con los franquistas por su naturaleza totalitaria. Don Miguel nunca soportó vivir bajo un pensamiento único.

Su destitución como rector vitalicio de la Universidad de Salamanca por parte de los republicanos, quienes lo acusaron de “traidor y fascista” tras su apoyo inicial al golpe militar, es un claro ejemplo de su compleja relación con el poder. Aunque fue reinstalado brevemente, pronto fue destituido nuevamente, esta vez por ser considerado un “alborotador de conciencias” tras su famoso discurso en el paraninfo de la Universidad de Salamanca.

Hoy en día, aún no está claro lo que realmente dijo Unamuno desde el Paraninfo, así como la autenticidad de la famosa frase “Venceréis, pero no convenceréis”. Investigaciones recientes sugieren que el discurso del rector no siguió el mismo orden que el que popularmente se conoce. No obstante, lo que realmente importa no son las palabras exactas que pronunció en respuesta a las provocaciones del general Millán-Astray, sino el símbolo, el mito y la esencia de su mensaje, que, trágicamente, rara vez ha encontrado eco entre nosotros. En medio de todas sus contradicciones, el 12 de octubre de 1936, Don Miguel de Unamuno se destacó como un ejemplo de valentía poco frecuente entre nuestros intelectuales. Convirtiéndose un modelo a seguir en la lucha por la libertad.

Es fundamental recordar, hoy más que nunca, especialmente en nuestra América Hispánica, que ha sufrido tanto a manos de sus penosos gobernantes, la gallardía de aquel viejo rector. Unamuno nunca se mostró indiferente frente a las injusticias de lo que él mismo calificó como una guerra incivil.

El 12 de octubre de hace 88 años, durante la celebración de la Fiesta de la Hispanidad, tuvo lugar una gran ceremonia en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca. Estaban presentes el obispo de Salamanca, el gobernador civil, y doña Carmen Polo, esposa del general Franco. También se encontraba el general Millán-Astray, conocido como «el novio de la muerte». En la presidencia, Don Miguel de Unamuno, recientemente renovado en su cargo como rector.

Tras la bienvenida formal, el general Millán-Astray lanzó un ataque feroz en su discurso contra Cataluña y las provincias vascas, describiéndolas como “cánceres en el cuerpo de la nación”. Afirmó que “el fascismo, que es el sanador de España, sabrá cómo exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos”. Desde el fondo del paraninfo, alguien gritó el lema del general: “¡Viva la muerte!”. Algunos falangistas, con sus camisas azules, saludaron con el tradicional gesto fascista el retrato sepia de Franco que colgaba de la pared, justo sobre la silla presidencial.

Todos los ojos estaban fijos en Unamuno, pues los asistentes sabían que como buen vasco no podía permanecer callado. Se levantó lentamente y dijo: 

“Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir. Porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso, por llamarlo de algún modo, del general Millán-Astray que se encuentra entre nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes”.

El Viejo rector plantaba cara por primera vez en la historia de la España Nacionalista. Continúo con su discurso:

“(…) Pero ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito, “Viva la muerte”. Y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían, he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor”.

Como es natural, la masa de fanáticos convertidos en bestias junto al aludido general Millán-Astray, comenzaron a gritar “¡Abajo la inteligencia! ¡Viva la muerte!”.

A lo que Unamuno daría respuesta con una de las frases más importantes de la historia de la intelectualidad hispánica:

“(…) Este es el templo de la inteligencia. Y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho”.

Luego de esto, Don Miguel tuvo que ser escoltado a su salida por el catedrático de derecho canónico y la mujer de Franco quien, amparándolo con sus escoltas personales, lo condujeron hasta el coche que lo llevó a casa. El viejo rector se recluiría en su casa y moría con el corazón roto de pena el último día de 1936.

El Venceréis, pero no convenceréis quedaría grabado en la conciencia del pueblo Español y de la intelectualidad universal. El viejo Unamuno tal vez no pudo vencer aquel día en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca la insensatez demencial del totalitarismo, pero la valentía de esas frases convencería a las nuevas generaciones y marcaría el camino para la construcción de una nueva y mejor civilización. Una civilización de hombres formados por la cultura y la libertad, alejada de los dogmas de la política prefabricada de los cuaternarios gobernantes de siempre.  

Muchos años han pasado ya desde aquel día, y con el atlántico de por medio, aquí en la América también hispánica, donde el fascismo se presenta en una nueva forma como antifascismo, pero sigue siendo la misma bestia Roja, ya no nazi, sino social-comunista, que intentan imponernos su falta de ideas y su voluntad por decreto y a balazos. Hoy más que nunca recordamos al viejo rector y respondemos a quienes odian la libertad: “tal vez venceréis, pero jamás nos convenceréis de ser unas bestias como vosotros”.


REFERENCIAS:

  • Cortés, Gabriel (2005). La Guerra Civil Española – Unamuno y la heroica batalla del Paraninfo.
  • Delgado Cruz, Severiano (2018). Arqueología de un mito: el acto del 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca. Puede acceder a través de: https://www.academia.edu/36585529 (Consultado el 15 de octubre del 2024).