Caracas. – El ministro chavista de defensa, Vladimir Padrino López, se encuentra al frente de una mafia que, además de apropiarse de recursos generados por la venta de petróleo y minerales, también gestiona falsas solicitudes de asilo en Estados Unidos.
Así lo denunció la abogada Estrella Infante, en un hilo publicado en su cuenta de la plataforma X, en la cual destaca que Padrino «no solo tiene el control sobre las armas y la represión: también ha tejido una red empresarial que le otorga poder económico en dos extremos del sistema —el que oprime y el que ofrece una vía de escape».
En su denuncia, explica que Padrino desde febrero de 2016 está al frente de Camimpeg (Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas), empresa que en realidad es una compañía paralela a PDVSA, pero bajo control exclusivamente militar.
Sin embargo, la abogada revela, que más allá del control militar, el control es exclusivo de Padrino López y su familia, quien ha puesto al frente de los principales despachos del Camimpeg a sus allegados.
«El control es total: los cinco miembros de su junta directiva son nombrados directamente por Padrino López. Mientras el país se hunde, Camimpeg se fortalece con fondos estatales… que no se quedan en Venezuela», denuncia Infante.
Asimismo, advierte que la citada empresa en realidad es una «caja negra. La familia de Padrino López es quien abre y vacía su contenido».Jesús María Padrino Renaud, tío de Padrino López, fue puesto al frente de «las empresas Jemyl Corporation y Desmoines Finance, accionistas principales de Prinmaplast, C.A., una compañía de pinturas que recibió $4 millones a tasa preferencial CADIVI».
La esposa del ministro chavista, Yarazedt Betancourt, ostenta el cargo de directora de Prinmaplast, C.A. empresa que «recibió millones en dólares preferenciales entre 2004 y 2012. Hoy, la planta está abandonada. Pero sus conexiones siguen vivas, ahora en EE.UU.».
Mientras, una prima, Ludmila Padrino Valderrama, funge como directora de la firma Trámites Consulares INC. , con oficinas en Texas y Florida.
Infante señala, que este despacho ofrece tanto asistencia migratoria, como la elaboración de solicitudes para asilo político, además de dictar talleres para «aprender a solicitar asilo político».
Las asesorías son falsas, pues, están sustentadas con pruebas fabricadas. «Varios testimonios y denuncias sugieren que proveen documentos falsos para fortalecer solicitudes de asilo, lo que convierte a esta operación en una burla directa al sistema migratorio de EE.UU.», denuncia la abogada.
No obstante, gracias a sus manejos oscuros, Padrino y su familia han logrado construir una red que maneja 24 empresas, entre Estados Unidos y Venezuela, además de poseer propiedades de hasta 4.5 millones de dólares tanto en Texas como en Florida.
«El mismo grupo que reprime en Venezuela, vende salvación en el extranjero», asegura Infante.»El ciclo perfecto de impunidad. Padrino militariza la economía con Camimpeg. Extrae millones en contratos con PDVSA. Canaliza fondos a familiares. Su prima monta una empresa en EE.UU. que cobra por tramitar asilos a víctimas del régimen que él mismo defiende. ¿Cinismo? ¿Crimen transnacional? ¿Tráfico de influencias? Todo al mismo tiempo. Negocio redondo», reflexiona finalmente la profesional del derecho.