Caracas. – Los rehenes políticos de la Narcotiranía chavista recluidos en el penal Ramo Verde (Los Teques-Miranda), donde funciona el Centro Nacional de Procesados Militares (CENAPROMIL), fueron víctimas de una brutal requisa realizada por los esbirros del penal, durante la noche de este pasado martes.
Según la denuncia de la abogada y activista a favor de los Derechos Humanos, Tamara Suju, los custodios destruyeron tanto las habitaciones como las pertenencias de los reos, en una acción marcada totalmente por el empleo de fuerza bruta.
«Entraron con martillos, cinceles, mandarrias, escopetas y equipos anti motín, rompieron las cerámicas de los baños, lavamanos, urinarios», indicó la directora del Instituto Casa. Asimismo, denunció que «en varios cuartos rompieron colchones, paredes, pisos, dañaron electrodomésticos que tanto les cuesta tener a los detenidos».
Los esbirros se ensañaron también contra los «tomacorrientes, cableado en varias celdas, botaron al suelo alimentos que con esfuerzo envían las familias, entre otras cosas». En este marco, los rehenes fueron obligados a desvestirse y luego a saltar. También, fueron trasladados a la celda de aislamiento, en la cual Suju advirtió que «no cabe un preso más».
Se desconoce, por ahora, qué motivo esta salvaje requisa, pero la abogada indicó, que el responsable de esta represión imprevista es el capitán de navío Juan Carlos Betancourt Meléndez, director del CENAPROMIL y responsable del exagerado operativo en contra de los rehenes del narcorégimen.