Este domingo, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araghchi, afirmó que Teherán continuará con su programa de enriquecimiento de uranio, por más que Washington se oponga a ello.
Sus comentarios tuvieron lugar después de que Steve Witkoff, enviado especial del presidente de EE. UU. para Oriente Medio, afirmara que la Casa Blanca tiene «una línea roja muy, muy clara, y es el enriquecimiento [de uranio]».
«No podemos permitir ni siquiera un 1% de capacidad de enriquecimiento», indicó Witkoff, que añadió: «El enriquecimiento permite la fabricación de armas y no permitiremos que una bomba llegue aquí».
En respuesta, Araghchi calificó las declaraciones de Witkoff de «completamente alejadas de la realidad de las negociaciones» nucleares.
«El enriquecimiento continuará en Irán. Si les interesa garantizar que no se produzcan armas nucleares, estamos dispuestos a cooperar. Pero si presentan exigencias poco realistas, es natural que no se cumplan», señaló.
Posteriormente, el canciller iraní agregó en una publicación en sus redes sociales que la postura de Teherán sobre sus propios derechos como miembro del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) «es clarísima, y no hay escenario en el que los iraníes permitan que se desvíe de ella».
«Dominar la tecnología de enriquecimiento es un logro científico local y difícil de conseguir; fruto de un gran sacrificio de sangre y dinero», expuso Araghchi.
«Si EE. UU. está interesado en garantizar que Irán no posea armas nucleares, un acuerdo está al alcance, y estamos dispuestos a entablar un diálogo serio para alcanzar una solución que garantice ese resultado para siempre. Sin embargo, el enriquecimiento de uranio en Irán continuará con o sin acuerdo», concluyó.