Recientemente, Ecuador ejecutó la segunda vuelta de sus elecciones presidenciales en donde el actual mandatario, Daniel Noboa, se alzó con una aplastante victoria frente a su contrincante correísta, Luisa González.
Para sorpresa de muchos, y a pesar de lo cerrada que estaba la carrera según todas las encuestas, el oficialismo logró imponerse con alrededor de 12 puntos porcentuales de ventaja (1 millón de votos); en lo que se convirtió la tercera gran derrota del movimiento político del exmandatario y prófugo de la justicia, Rafael Correa.
Evidentemente, los opositores de extrema izquierda cantaron fraude, afirmando que dichos resultados no tenían sentido.
A pesar de ello, sus aliados internacionales – como los presidentes de Brasil o Chile – no dudaron en reconocer la victoria de Noboa, y sólo un puñado de líderes socialistas continúan cuestionando las cifras que ofreció el Consejo Nacional Electoral (CNE) del país sudamericano, entre los que destacan la ministra española Irene Montero.
A través de sus redes sociales, Montero se mostró «muy preocupada por los indicios de fraude electoral,» por lo que, exigió un recuento de los votos al mismo tiempo que señaló este proceso como uno lleno de «irregularidades.»
No obstante, el año pasado la ministra no dudó en reconocer la victoria de Nicolás Maduro en Venezuela, cuyo fraude fue demostrado desde el inicio de los comicios. Su mensaje en julio del 2024, entre otras cosas, expresaba que «la derecha debe entender que la democracia se respeta también cuando se pierde.»
De esta manera, Montero demuestra un descaro muy difícil de superar y es por estos motivos que ha sido galardonada por Contra Poder News como el Borrego de esta semana.