Caracas. – Organismos policiales de Argentina desarticularon esta semana una célula de la organización terrorista «Tren de Aragua» que funcionaba en ese país, tras lograr la detención de 12 de sus integrantes en varios operativos.
Se trata de la primera operación registrada en Argentina vinculada con la citada estructura criminal chavista, que estaba dedicada exclusivamente al lavado de dinero, en lugar de operar con sicariatos, secuestros o robos, tal como ocurrió en países como Colombia, Perú o Chile.
Las autoridades argentinas informaron que el procedimiento incluyó 14 allanamientos simultáneos entre la Capital Federal y en las provincias de Buenos Aires y Corrientes, los cuales arrojaron la detención de 12 personas, acusadas de lavado de activos y financiamiento del terrorismo.
Entre los arrestados figura el venezolano Guillermo Boscán Bracho, alias «Yiyi», uno de los jefes del grupo, considerado uno de los 10 más buscados del «Tren de Aragua».
La ministra de Seguridad Nacional de Argentina, Patricia Bullrich, explicó que la célula se dedicaba a blanquear activos provenientes de actividades ilícitas en Venezuela. El dinero era canalizado mediante el sistema informal ‘Hawala’, eludiendo los circuitos bancarios tradicionales, y se destinaba a inversiones y adquisiciones de bienes de alto valor, como terrenos, vehículos de alta gama, divisas internacionales y joyas.
También, los organismos policiales revelaron que Boscán Bracho estaba prófugo de la Justicia venezolana al momento de entrar al país. Según informes que circularon al momento de su arresto, lideraba una de las bandas criminales de La Cañada de Urdaneta, estado de Zulia, en donde extorsionaba a varias empresas camaroneras.
Señalaron que el lavado de dinero no lo hizo solo, pues, su familia, con su primo como segundo al mando, fue un engranaje clave con una serie de sociedades investigadas por el equipo de fiscales.
Cabe señalar que se sospecha, también, de una ruta internacional de plata, con una ida y vuelta de dinero sucio que llega del exterior para dirigirse, incluso, a presuntos operarios de la organización terrorista en EE. UU.