Caracas. – Venezuela quedó incluida —aunque con medidas parciales— en la lista de países a cuyos ciudadanos, la actual administración estadounidense decidió este pasado miércoles negarles el ingreso a EE. UU.
El presidente Donald Trump firmó el miércoles una proclamación que suspende los viajes a EE. UU. de ciudadanos de 12 países: Afganistán, Myanmar, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
La proclamación también restringió parcialmente la entrada a los nacionales de otros siete países: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
El mandatario estadounidense publicó un video justificando la medida en los «peligros extremos» que generan los extranjeros que entran al país sin la «adecuada revisión» y vinculó la decisión con el reciente ataque en Colorado de un hombre egipcio contra un grupo de personas que estaban en un acto de apoyo a los rehenes israelíes de Hamás.
El principal argumento de la actual administración de EE. UU. para aplicar estas restricciones, que incluyen Cuba y Venezuela, se debe a que los organismos de ese país no tienen cómo investigar los antecedentes de quienes solicitan visado.
También, en su proclamación Trump señala haber ordenado al secretario de Estado, Marco Rubio que, en coordinación con otros altos cargos, identificara a «países en todo el mundo en los que la información (derivada de la) investigación y la selección (para la concesión de visados) es tan deficiente que justifica una suspensión total o parcial de la admisión de nacionales de esos países».
Indicó, que «el secretario de Estado determinó que varios países siguen teniendo deficiencias en lo que respecta a la selección y la investigación», como lo es el caso de Cuba, país considerado como «un Estado patrocinador del terrorismo, que no coopera ni comparte suficiente información policial con EE. UU.».
En cuanto a Venezuela, la proclamación indica que el país «carece de una autoridad central competente o cooperativa para la emisión de pasaportes o documentos civiles, y no cuenta con medidas adecuadas de selección e investigación (de solicitantes de visados)», además de que «se ha negado históricamente a aceptar el regreso de sus nacionales sujetos a deportación».