Los rebeldes hutíes de Yemen han accedido a sumarse al alto el fuego anunciado la víspera por el presidente de EE. UU., Donald Trump, que dijo haber llegado a un acuerdo con los insurgentes a cambio de que estos detengan sus ataques en el mar Rojo.
El portavoz de los hutíes, Mohamed Abdelsalam, ha indicado que si Washington «cumple su parte» del pacto, los rebeldes también se abstendrán de atacar objetivos estadounidenses en la zona.
«EE. UU. ha interferido en este conflicto apoyando a Israel cuando este ataca Yemen, así que si dejan de lado su agresión, nosotros dejaremos de responder», ha aseverado el portavoz en declaraciones recogidas por la cadena de televisión yemení Al Masira, afín al grupo.
Sin embargo, ha alertado de que en caso contrario y «si EE. UU. no cumple el acuerdo en forma alguna, la respuesta será fatal». Asimismo, ha confirmado que las negociaciones para lograr esta tregua llevan semanas desarrollándose con ayuda de Omán, que actúa como mediador, como ya venía adelantando la parte estadounidense.
Poco después, un portavoz de los rebeldes ha indicado en declaraciones a la cadena Al Yazira que el alto el fuego «sirve a la causa palestina y supone una vergüenza para Israel». «Vamos a seguir atacando barcos israelíes hasta que la ayuda sea entregada a Gaza», ha aclarado, al tiempo que ha indicado que también se analizará «cualquier futuro apoyo por parte de EE. UU. a Israel» para adoptar «nuevas posturas» en caso de que sea necesario.
«Nuestra respuesta ante las acciones de Israel llegará de forma inevitable», ha aseverado en relación con el ataque de Israel contra el aeropuerto de Saná, la capital yemení, que se encuentra bajo control de los hutíes.