La tarde de este sábado 07 de junio el precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay, opositor al actual gobierno de Gustavo Petro, resultó gravemente herido tras ser atacado por la espalda mientras se dirigía a simpatizantes en el parque de Modelia, localidad de Fontibón, zona céntrica del país.
Según las primeras versiones, un hombre se le aproximó y le disparó a corta distancia, aparentemente en la cabeza. Testigos relataron que la víctima cayó con la cara y la espalda ensangrentadas.
Una ambulancia que circulaba por la zona auxilió al parlamentario del partido Centro Democrático, y lo trasladó al Medical Center de la localidad de Engativá, donde permanece en cirugía y bajo pronóstico reservado.
De inmediato la Policía Metropolitana aplicó un plan candado en el occidente de la capital para dar con el paradero del agresor, cuya identidad y motivaciones aún no han sido confirmadas.
La Fiscalía de la nación sudamericana designó un grupo especial de homicidios y antiterrorismo para asumir el caso, mientras los forenses trabajan en la recolección de vainillas y revisión de cámaras de seguridad del sector.
En este marco, el expresidente Álvaro Uribe Vélez condenó el ataque y pidió celeridad en la investigación, calificándolo como “un atentado contra la democracia”.
Asimismo, dirigentes de todos los partidos expresaron solidaridad y exigieron garantías de seguridad para los aspirantes presidenciales en un país que ya acumula tres contendores heridos o amenazados en lo que va de año.
Cabe señalar que Miguel Uribe, exsecretario de Gobierno de Bogotá y senador desde 2022, encabeza las encuestas internas del Centro Democrático de cara a la definición, prevista para junio, del candidato único de la derecha para las presidenciales de 2026.
Su discurso se centra en seguridad ciudadana y reactivación económica; y en las últimas semanas había denunciado “presiones e intimidaciones” contra su equipo en plazas públicas del Caribe y el Eje Cafetero.
En este sentido, destaca que el atentado ocurre en plena disputa interna de la colectividad uribista y a días del primer foro regional donde los precandidatos medirían fuerzas.
Analistas advierten que el episodio podría reconfigurar la contienda y agudizar el debate sobre la protección a líderes políticos, justo cuando el gobierno prepara un nuevo protocolo de seguridad para la campaña que se inicia formalmente en agosto.
Mientras la ciudad refuerza el dispositivo policial, simpatizantes y detractores aguardan el parte médico que definirá, en buena medida, el futuro inmediato de la carrera presidencial.