Caracas. – La selección boliviana de fútbol vivió un tenso momento en Venezuela este pasado sábado, al punto de llegar a denunciar su «secuestro» en Maturín, cuando autoridades del narcorégimen chavista les impidieron volar de regreso a su país.
Sin explicación oficial, jugadores y personal técnico del equipo fueron retenidos en el país durante varias horas. El vuelo de retorno solo pudo despegar hasta pasado el mediodía del sábado, cuando debían haber partido en la noche del mismo viernes.
La demora por cuestiones administrativas no gustó nada en Bolivia, llevando a suspicacias y exigiendo represalias, tal como lo hizo saber la selección boliviana y la federación de fútbol de ese país en varios mensajes que difundieron.
Aunque la Vinotinto venezolana logró imponerse por un resultado de 2-0, en este encuentro de las eliminatorias de cara al mundial de 2026, no fue la derrota lo que generó la controversia en la selección de Bolivia.
La polémica estalló post partido, ya que al momento de abordar al avión para regresar a Bolivia, la delegación recibió la información de que no había ningún vuelo autorizado para despegar.
Las autoridades del aeropuerto de Maturín alegaron que los escáneres de la terminal no funcionaban, y que además había mucho tráfico aéreo. El staff de La Verde optó por volver al hotel a pasar la noche, para partir el sábado.
Desde la delegación boliviana desconfiaron de la situación y creen que se trató de un «sabotaje» para que sus jugadores tengan menos descanso, teniendo en cuenta que Venezuela y Bolivia vienen parejos en la pelea camino al repechaje para la Copa del Mundo.
El director técnico de Bolivia, Oscar Villegas, subrayó en sus declaraciones la tensión e incertidumbre generadas por las acciones del narcorégimen chavista.
Mientras, el responsable de logística y seguridad, Harold Howard, denunció que la actitud de la Narcotiranía tuvo claros tintes de hostilidad y sabotaje: “Dicen que hay mucho tráfico aéreo, cuando solo había dos aviones aterrizando”, dijo.