Caracas. – Aplicar una reducción de personal, despidiendo a los trabajadores venezolanos, y sacar a los consejos comunales de la toma de decisiones, figuran entre las exigencias planteadas por los chinos para asumir el control de las refinerías en Paraguaná (Falcón), según advirtió este viernes el sindicalista Iván Freites.
Tal como hizo este jueves, Freites volvió a publicar una denuncia con respecto a las operaciones que estarían a punto de iniciar expertos del país asiático en las refinerías venezolanas y gracias a la complacencia del narcorégimen chavista.
Según el sindicalista, China realizó una serie de exigencias, encabezadas por la aplicación de una reducción de personal, a fin de que sean solamente trabajadores chinos los que operen en las instalaciones.
«No quieren a los consejos comunales metidos en las decisiones ni en negocios como las estaciones de servicio, cuyo manejo en manos chinas también se incluyó en el plan ofrecido a los amarillos de ojos rasgados por el gobierno ‘revolucionario y obrero’ de Nicolás Maduro», señaló Freites en su publicación.
También, indicó que la tiranía chavista comenzó a edificar el complejo residencial donde albergará al personal asiático, cerca de la refinería: «En las inmediaciones de la refinería Cardón, en el estado Falcón, ya se está levantando infraestructura para alojar a los trabajadores asiáticos, casas, servicios médicos, comedores, exclusivo para personal de las empresas extranjeras».
Señala que la cúpula chavista está ya preparada para cargar contra «quienes pretendan oponerse a la jefatura china en las instalaciones petroleras de Paraguaná».
Freites advierte que «regresamos a los campos petroleros cercados, exclusivos para trabajadores extranjeros, una y otra vez criticados por los dirigentes de izquierda que ahora guardan silencio cómplice. Retrocedimos un siglo».
Igualmente, denuncia que esto representa una pérdida realmente millonaria para la nación, debido a «la traición más grande que ha tenido el pueblo trabajador venezolano, mientras Maduro celebra con sus aliados comunistas en Moscú».