La competencia entre ciudades como motor de la libertad

Oriana Aranguren estudia Ciencias Fiscales, mención Aduanas y Comercio Exterior, y es cofundadora del capítulo Ladies of liberty Alliance (LOLA) Caracas, desde donde se promueve el liderazgo femenino en el movimiento libertario. También, es coordinadora local de EsLibertad Venezuela.

«(…) En un sistema descentralizado, las minorías ideológicas o de estilo de vida pueden encontrar refugio en jurisdicciones que se adapten a sus valores, yendo hacia ellas si así lo consideran mejor.«

Oriana Aranguren

La filosofía política se centra, en última instancia, en el modo en que se debe organizar la sociedad y, desde tiempos modernos, la tensión entre el individuo y el poder del Estado, donde la libertad ha sido, en esencia, la búsqueda de límites a la coacción arbitraria del poder. En este sentido, en nuestro tiempo este debate encuentra un nuevo paradigma que merece consideración en el debate público, a saber: la competencia entre jurisdicciones locales, que, básicamente, son confederaciones —aún más radical y local que las federaciones—. Y ésta merece considerarse precisamente por alejarse de la narrativa de la soberanía nacional y mostrarse como un escenario que expande la libertad individual, en la medida en que la idea ciudades y municipios que compiten entre sí por atraer residentes y capital mediante la reducción de impuestos, la desregulación y la provisión eficiente de servicios, actúan como un bastión contra la uniformidad impuesta por los gobiernos centralizados.

Lo cierto es que el régimen de confederaciones podría ser un mecanismo observable y robusto para fomentar el bienestar y la autodeterminación de las localidades, y es precisamente sobre ello que pretendo hablar en este texto, argumentando que el confederalismo, delineado por la competencia jurisdiccional, manifestaría políticas fiscales más atractivas, una desregulación inteligente y, de ameritarlo el caso, una provisión eficiente de los servicios públicos, fungiendo como mecanismo para disciplinar al Estado, llevándolo a la mínima expresión —o servir de camino para eliminarlo por completo, si gusta a los libertarios más radicales—, y fomentar la innovación, maximizando la libertad y, con ello, empoderando al ciudadano. Vamos a ello.

Breve paso por los fundamentos teóricos: el voto con los pies y la disciplina del mercado político

Para empezar, he de señalar que el andamiaje intelectual que sostiene este argumento fue articulado de manera seminal por el economista Charles Tiebout en su ensayo de 1956, “Una teoría pura de los gastos locales”, en la que el autor propone un modelo revolucionario en el que el ciudadano no es un mero sujeto pasivo de las decisiones gubernamentales, sino un “consumidor-votante”, es decir, alguien con “consume” en una localidad y puede incidir con sus elecciones en ella a través del “voto”. Partiendo de ello, sostiene que en un sistema con múltiples jurisdicciones locales, cada una ofreciendo una especie de “paquete” distinto de bienes públicos —seguridad, educación, parques— a un “precio” determinado —que serían los impuestos locales—, los individuos pueden “votar con los pies”, es decir, revelan sus preferencias y maximizan su utilidad eligiendo la comunidad que mejor se alinea con sus deseos.

En su momento, Tiebout observó una diferencia fundamental entre los bienes privados y los bienes públicos, encontrando que en el mercado los individuos revelan sus preferencias directamente a través de sus compras, por lo que, si prefieren un producto sobre otro, lo compran, enviando una señal clara a los productores —a través del sistema de precios, como indica la Escuela Austriaca de Economía—; sin embargo, con los bienes públicos proporcionados por un gobierno central —seguridad, justicia, política monetaria, salud, educación, entre otros— la revelación de preferencias es casi imposible, porque el ciudadano se ve obligado a aceptar el “paquete” completo de políticas, le guste o no.

Por otro lado, hemos de considerar a la escuela de la Elección Pública (Public Choice), que es una corriente que aplica el análisis económico a la política, desmitificando la noción del “interés público” y tratando a los políticos y burócratas como lo que son: actores racionales que, al igual que los individuos en el mercado, buscan maximizar sus propios intereses —poder, presupuesto, prestigio—, lo cual se integra perfectamente con el concepto de Tiebout y nos lleva a la conclusión de que, en un sistema centralizado y monolítico, estos actores enfrentan pocos incentivos para ser eficientes o responder a las necesidades ciudadanas, dado que el coste de la “salida” —emigrar del país— es extremadamente alto, si acaso no imposible, y la “voz” —el voto— es a menudo demasiado difusa para generar cambios significativos.

De lo abstracto a lo concreto: la lógica del mercado en la política

Con esto en mente, e integrando las ideas, podemos comprender por qué, entonces, el régimen de confederaciones es mejor para sus ciudadanos: porque se adapta más fácil a sus necesidades y está mediado por la competencia, el mercado. Así, si una ciudad impone una carga fiscal excesiva para los servicios que ofrece, o si sus regulaciones ahogan la iniciativa personal, sus residentes más móviles —y con ellos, su base impositiva— simplemente se mudarán a una jurisdicción vecina más atractiva, lo cual, siguiendo la lógica de “mercado” —mercado político institucional—, crearía un contrapeso o unos incentivos que llevarían a las jurisdicciones locales a mantener sus servicios y sus precios atractivos para los ciudadanos, incentivando, a su vez, la empresarialidad de cada uno.

Así, la lógica del mercado se traslada al modo en cómo se organizan las jurisdicciones locales y que cada persona, en libertad, decide entre las opciones que tiene —más opciones—, siendo en sí mismo un acto de elección transforma la relación entre el ciudadano y el gobierno, porque éste deja de ser un monopolista ineludible para convertirse en un proveedor de servicios en un mercado competitivo —es aquí donde se introduce una disciplina de mercado en la esfera política porque transforma la relación entre el ciudadano y el gobierno local en algo más parecido a la relación entre un cliente y una empresa, siendo el gobierno local el que debe ganarse a sus ciudadanos cada día, y no al contrario, y mucho menos esperando la cantidad de tiempo que pretenden imponérseles en estos Estados modernos “democráticos”, donde se pretende alcanzar un cambio solo en época de elecciones—.

En este marco, si una administración municipal se vuelve ineficiente, corrupta o impone una carga fiscal desproporcionada en relación con los servicios que ofrece, arriesga un éxodo de sus “clientes” más valiosos: los contribuyentes y las empresas. Y todo ello es gracias a que las localidades se verían en la obligación de competir entre sí en el campo fiscal —alto o bajos impuestos, qué tipo de impuestos, por qué y para qué—, regulatorio —si son onerosas, si hay mucha burocracia, si son arbitrarias, entre otras cosas a considerar, y en la eficiencia para la provisión de servicios —en los que incluso se puede demandar que sean suministradas por empresas privadas, o que el sector público compita con el privado en un plano de “igualdad”—.

Para ilustrar el punto: imagine una persona que valora enormemente los parques y las bibliotecas, pero le importa menos el pago de impuestos, pues, él podría mudarse a una ciudad que tribute más a cambio de los excelentes servicios que le gustan; o piense en un joven emprendedor que prioriza mantener la mayor parte posible de sus ingresos para reinvertir en su negocio, éste podría elegir un municipio con impuestos mínimos, aceptando a cambio un nivel más básico de servicios públicos.

Si bien, para apreciar plenamente los beneficios de la competencia local, es útil contrastarla con el modelo de gobierno centralizado.

En contraposición al poder concentrado

Un Estado central, por su propia naturaleza, es monopólico, concentra todo el poder e impone una uniformidad a todo el territorio: mismas leyes, mismos impuestos, mismas regulaciones —o con más o menores cambios para ciertas localidades, pero para nada adaptativo, dinámico, a la rapidez en que sí lo haría el régimen de confederaciones— para poblaciones muy diversas, como si se intentara poner una misma talla de zapato a toda la población. Este hecho, ignora una de las ideas más profundas del pensamiento económico popularizada por Friedrich Hayek: el problema del conocimiento, es decir, el hecho de que ningún planificador central puede poseer en todo momento, en todo lugar, a cada instante, el conocimiento disperso y tácito sobre las necesidades, preferencias y condiciones específicas de cada comunidad local.

Asimismo, dicha uniformidad impuesta ahoga la experimentación, el aprendizaje por ensayo y error, y mata la capacidad de adaptación de la sociedad entera, puesto que, por ejemplo, si una nueva política resulta ser un fracaso, sus consecuencias negativas se extienden por toda la nación. En contraste, si contamos con un régimen de gobierno descentralizado, que funciona como una especie de red de “laboratorios de políticas” —por decirlo de alguna manera—, el mal solo se extendería a la localidad, y los mismos tendrían mecanismos para solucionarlo de forma rápida y efectiva. Así, aquellos experimentos exitosos pueden ser emulados por otras ciudades, mientras que los fracasos quedan contenidos localmente y sirven de lección para los demás —lo cual constituye un proceso evolutivo de ensayo y error que es fundamental para el progreso social y es, de hecho, lo que dio paso a la civilización y al progreso a lo largo de la historia del ser humano—. Todo ello es y sería imposible bajo un régimen centralizado

Se soluciona el problema de volumen de la Democracia

En adición, la consecuencia más profunda de este modelo competitivo es la expansión del ámbito de la libertad individual a través de la multiplicación de las opciones de vida, que se contrapone a la lógica de la sociedad uniforme, impuesta por un gobierno centralizado, que es inherentemente liberticida en cuanto asume que una única solución es adecuada para millones de personas con valores, preferencias y aspiraciones diversas.

En primer lugar, la confederación protege contra la “tiranía de la mayoría”: en una democracia nacional, una mayoría del 50% más 1 puede imponer sus preferencias culturales, morales y económicas a todo el país. En un sistema descentralizado, las minorías ideológicas o de estilo de vida pueden encontrar refugio en jurisdicciones que se adapten a sus valores, yendo hacia ellas si así lo consideran mejor; pero en un sistema centralizado, se disminuyen esas opciones y, si cabe la observación, costaría más a las personas alinearse con aquellas que considere mejor. En definitiva, un sistema de comunidades que compiten entre sí hace que se pueda apreciar un mosaico de comunidades, en donde, por lógica, cada una sentiría más sentido de pertenencia por lo suyo, llevando, incluso, a proteger mejor su entorno.

Además, las comunidades, al ser más pequeñas y estar próximas a sus problemas, podrían elegir mejor a sus lideres para solucionarlos, organizarse y afrontarlo juntos, autodeterminándose como localidad, y sin esperar que alguien sentado en el palacio de gobierno, a quienes probablemente ni conocen, ni conocerán en persona, decida por su futuro. En este sentido, las políticas públicas serían más manejables, responderían a casos concretos, según la necesidad local, por lo cual nos encontraríamos con algo paradójico: no habría nada más democrático que el régimen de confederaciones.

Respondiendo a posibles objeciones que rozan lo absurdo

Ahora bien, en este punto alguno podría decir que el modelo no está exento de críticas, aludiendo a, por ejemplo, la idea de que la competencia fiscal obligaría a las ciudades a recortar drásticamente el gasto social, las protecciones medioambientales y los servicios esenciales para atraer capital, perjudicando a los más vulnerables. Sin embargo, aun suponiendo que tal riesgo exista, se estaría subestimando la complejidad de las preferencias de los ciudadanos y del mismo proceso social para dar solución a ello, en la medida en que se ignoraría que las empresas de alto valor y los trabajadores cualificados no se sienten atraídos por páramos contaminados con servicios públicos inexistentes, altas tasas de criminalidad y baja calidad en el talento humano; al contrario, buscan calidad de vida, seguridad, un buen ambiente, ocio y buenos talentos —la competencia, por tanto, no es simplemente por ser el más barato, sino por ofrecer el paquete de valor más atractivo—. Además, parecen olvidar que cuando hay lazos fuertes en la comunidad, la misma tiende a ser generosa para con sus miembros, por lo cual, aun si se elimina por completo los planes sociales, queda en entredicho que sean cosas que solo pueda suministrar el sector público.

Una segunda crítica que se podría recibir es que existe el potencial de agravar la desigualdad y la segregación, argumentando que los ricos se concentrarán en enclaves exclusivos con servicios de primera calidad y bajos impuestos, mientras que los pobres quedarán atrapados en municipios con una base fiscal erosionada e incapaces de proveer servicios básicos. No obstante, nuevamente, se ignora la complejidad del proceso social. En principio, ¿La solución debería pasar por eliminar la competencia? ¿Acaso no tenemos muchos de esos problemas bajo el régimen actual, pero vistos en muchos más campos? Quien haga esa critica debería criticar el mismo sistema centralizado que pretende defender. Si bien, reparando un poco en la posible objeción, se podría establecer un marco adecuado para que ciertas funciones locales, como una red de seguridad social básica o la garantía de ciertos derechos fundamentales, que pueden seguir enmarcadas por la competencia y no necesitarían de un nivel superior de gobierno —estatal o federal— para llevarlas a cabo.

El objetivo de la confederación no es la atomización total, sino un sistema robusto donde cada nivel de gobierno se especializa en lo que hace mejor, retroalimentándose y compitiendo entre sí. A la larga, todos esos problemas tenderían a desaparecer, o a tratarse de una mejor forma, tal y como la misma historia humana ha mostrado en cómo el proceso de mercado da solución, más temprano que tarde, e dichos problemas. De hecho, para los menos radicales —que no es mi caso—, se podría considerar que la competencia local coexista con mecanismos de redistribución fiscal a un nivel superior que pretendan garantizar un suelo mínimo de servicios para todas las comunidades, sin anular los incentivos para la buena gestión local —aunque, dejando que me gane mi radicalización, eso mismo podría coexistir con mecanismos de aportes voluntarios a nivel nacional en el que el sector privado se encargue de administrarlo para ayudar a la mayor cantidad de personas posibles; podría, incluso, haber competencia entre esas administraciones privadas. Todo ello solo necesitaría de un marco legal respetuoso con la libertad, de sentido común, para regular sus actividades, buscando siempre que todas las partes salgan beneficiadas.—.

Conclusiones: la libertad y el régimen de confederaciones

Si bien es cierto que la competencia entre ciudades podría no ser la panacea para la libertad que algunos persiguen —¿Qué lo es?—, también es cierto, sin duda alguna, que sí es un mecanismo extraordinariamente eficaz y a menudo subestimado para promover la libertad individual y el bienestar de la colectividad, pues transforma al ciudadano de un súbdito pasivo en un consumidor-votante con la capacidad real de elegir el entorno político y social que mejor le convenga, en asociación con su comunidad, por lo cual se invierte la dinámica de poder tradicional. Asimismo, el gobierno se ve forzado a servir al individuo, y no al revés, porque la presión de la competencia fiscal limita el afán recaudatorio del Estado, la competencia regulatoria libera la energía creativa del emprendimiento y la competencia en servicios fomenta una administración pública eficiente e innovadora.

En contraste con esa uniformidad asfixiante y la ineficiencia inherente de los gobiernos centrales, en donde prima la corrupción y se tiende a tratar a los ciudadanos como piezas intercambiables en un gran plan nacional, la multiplicidad de jurisdicciones que compitan entre sí ofrece un camino hacia una sociedad más libre, diversa y próspera, permitiendo la coexistan de múltiples visiones sobre la vida, y empoderando a los individuos para que elijan la suya.

De hecho, el fortalecer la autonomía local y fomentar la competencia entre nuestras ciudades se vuelve un imperativo moral para cualquiera que valore la libertad humana, puesto que estamos en una sociedad en donde la intervención estatal parece haber fatigado la democracia y la misma participación ciudadana, y eliminando junto con ello el sentido de pertenencia de los miembros de la sociedad, que esperan que sea el ente regulador quien venga a solucionar sus problemas, en lugar de convertirse en sujetos proactivos comunitarios para hacer lo propio[1]. Por ello, la reinvención del concepto de organización social, partiendo de la lógica de mercado —mercado comunidades—, donde prima la diversidad en cada aspecto de la vida en sociedad, es, en última instancia, una de las manifestaciones más tangibles de la soberanía del individuo en el siglo XXI.


[1] Al respecto, ver: Oriana Aranguren. 2025. La fatiga de la democracia: ¿Estamos perdiendo el interés en la participación cívica por exceso de Estado?. Publicado en ContraPoder News. En: https://contrapodernews.com/la-fatiga-de-la-democracia-estamos-perdiendo-el-interes-en-la-participacion-civica-por-exceso-de-estado/ (Consultado el 26 de junio de 2025).

Trump ridiculiza el aspecto del candidato demócrata a la Alcaldía de Nueva York y lo llama «comunista lunático»

El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha arremetido este miércoles contra el vencedor de las primarias demócratas a la Alcaldía de Nueva York, Zohran Mamdani, a quien ha pretendido ridiculizar por su aspecto y ha llamado «comunista lunático».

«Por fin ha sucedido, los demócratas se han pasado de la raya. Zohran Mamdani, un comunista lunático al 100% acaba de ganar las primarias demócratas y va camino de convertirse en alcalde», ha comenzado Trump en un mensaje en Truth Social.

«Ya hemos tenido izquierdistas radicales antes, pero esto se está volviendo un poco ridículo. Tiene un aspecto horrible, su voz es áspera, no es muy inteligente», ha dicho de él, apuntando hacia otros congresistas demócratas como Alexandria Ocasio-Cortez, o Chuck Schumer, a quien ha llamado «llorón» y «gran senador palestino».

«¡Sí, este es un gran momento en la historia de nuestro país!», ha dicho un Trump, que ha continuado en otro mensaje con sus burlas y ofensas hacia el Partido Demócrata. «¡Nuestro país está realmente jodido!», ha espetado.

Cabe señalar que Mamdani, de 33 años, se impuso este martes en las primarias demócratas a la Alcaldía de Nueva York a uno de los históricos del partido como es el exgobernador Andrew Cuomo, acuciado por los escándalos.

El joven candidato se ha autodenominado socialista democrático y ha contado con el respaldo de otros miembros demócratas más a la izquierda como Ocasio-Cortez, o el senador Bernie Sanders, quien ha criticado a las principales figuras del partido en el Congreso que no respaldaran públicamente a Mamdani como alcalde.

«Lamentablemente, el liderazgo demócrata, con demasiada frecuencia, está ligado a la clase multimillonaria y sus contribuciones de campaña. Lo que debe hacer es tomar una decisión. ¿De qué lado están? ¿Aceptar el dinero de los multimillonarios o luchar por las necesidades de la clase trabajadora?», ha dicho en NBC.

Cabe recordar que la ciudad de Nueva York es desde hace dos décadas uno de los feudos del Partido Demócrata, logrando amplias victorias que rondan el 70 por ciento de los votos, por lo que quien se impone en las primarias acaba por lograr el cargo. Si bien, las elecciones están previstas para el 4 de noviembre.

El comunista Zohran Mamdani gana las primarias demócratas a la alcaldía de Nueva York

Zohran Mamdani, con ideas socialistas y propalestinas, ha ganado las elecciones primarias del Partido Demócrata a la alcaldía de Nueva York, tras vencer con claridad al exgobernador Andrew Cuomo, su principal rival en las encuestas.

Mamdani, apoyado por los congresistas de izquierdas Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, ha celebrado su victoria señalando que la ciudad había «renovado» su compromiso con la democracia y se comprometió a «reconstruir» la ciudad «a la imagen de todos los neoyorquinos que solo han conocido dificultades», según ha recogido el ‘New York Times’.

El nuevo candidato demócrata, autodenominado socialista democrático y que ha propuesto, entre otras medidas, abaratar el transporte público y congelar los alquileres a las clases trabajadoras, ha remarcado que será el «alcalde de todos los neoyorquinos», incluso de aquellos que han votado a Cuomo o que no votaron.

«No puedo prometer que siempre estarán de acuerdo conmigo, pero nunca les ocultaré nada», ha asegurado. «Llevemos a esta ciudad a ser asequible para todos y cada uno de los neoyorquinos», ha concluido, ya rodeado por sus padres y esposa.

El Pentágono y el FBI investigan la filtración de información sobre el alcance de los ataques contra Irán

El Pentágono ha informado este miércoles de que ha abierto una investigación conjunta con la Policía Federal (FBI) por la filtración de información sobre el alcance de los ataques perpetrados por EE. UU. contra las instalaciones nucleares de Irán, una medida que llega después de que se publicaran datos que apuntaban a que los daños causados serían menores de los esperados.

Así lo ha confirmado la Agencia de Inteligencia de Defensa estadounidense, que ha indicado que de momento «no se ha podido analizar la situación sobre el terreno y el resultado de los ataques». «Estos análisis son poco fiables porque son preliminares y distan de ser una conclusión final», ha aseverado la entidad.

Por ello, ha defendido que más adelante, cuando se «obtengan todos los datos necesarios, se redefinirá la información de Inteligencia adicional». No obstante, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha recalcado que esta información simplemente pertenecía al «canal interno» del Departamento, según informaciones del diario ‘Politico’.

En este sentido, ha asegurado que el objetivo de estos datos es «hacer que el presidente parezca malo cuando realmente lo que ha hecho ha tenido un gran éxito». «El daño causado a estas instalaciones ha sido de moderado a severo, y creemos que es más probable que sea grave», ha añadido.

Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha afirmado que las instalaciones nucleares de Fordo, uno de los tres complejos alcanzados por el ataque del domingo contra el país, se encuentran «fuera de servicio».

En este sentido, ha indicado que la evaluación israelí apunta a que los ataques estadounidenses, «combinados con el bombardeo de Israel contra otros elementos clave del programa nuclear militar de Irán, ha provocado un retraso de años en las capacidades nucleares del país».

Trump anuncia contactos con Irán la próxima semana, aunque no ve «necesario» firmar acuerdos

El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha anunciado que la próxima semana su Administración «hablará» con Irán, país con el que no descarta llegar ahora algún tipo de acuerdo tras dar por «destruida» gran parte de su capacidad industrial nuclear, si bien al mismo tiempo ha apuntado que no cree que sea siquiera «necesario» que Teherán se comprometa a nada ahora.

«No me preocupa si hay un acuerdo o no. Lo único que le pedimos es lo que le pedíamos antes, que no tengan armas nucleares», ha recalcado Trump, durante una rueda de prensa al término de la cumbre de líderes de la OTAN en La Haya en la que ha vuelto a defender los informes de Inteligencia que, en su opinión, evidencian que el programa atómico iraní ha retrocedido varias décadas como consecuencia de los bombardeos en las plantas de Fordo, Isfahán y Natanz.

La capacidad nuclear de Irán está ahora «destruida», expresó Trump, quien ha comparecido ante los medios junto a los secretarios de Estado y de Defensa, Marco Rubio y Pete Hegseth, para hacer balance de la reunión con el resto de líderes aliados y de otros temas de la actualidad internacional como la escalada de las tensiones en Oriente Próximo.

En este sentido, ha insistido en que los bombardeos tuvieron «mucho, mucho éxito» y «allanaron el camino para la paz con un histórico acuerdo de alto el fuego», en alusión a la tregua que el martes se comprometieron a respetar tanto Irán como Israel.

Cabe señalar que Trump ha dado por hecho que este alto el fuego supondrá al menos de momento el final del conflicto, ya que ambas partes están «agotadas» tras luchar «muy duro». En el caso concreto de Irán, cree que se centrará en «intentar volver a levantar al país», para lo cual «necesitan dinero desesperadamente».

La CIA afirma que los bombardeos sí causaron «graves daños» en las instalaciones nucleares iraníes

La Agencia Central de Inteligencia de EE. UU. (CIA, en inglés) ha afirmado este miércoles que el programa nuclear de Irán ha sufrido «graves daños» por los ataques de la semana pasada contra las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán, después de que se haya filtrado un informe preliminar elaborado por esta entidad rebajando la efectividad de la operación estadounidense.

«Datos de inteligencia fiables indican que el programa nuclear de Irán ha sufrido graves daños como consecuencia de los recientes ataques selectivos», ha asegurado el director de la agencia de inteligencia estadounidense, John Ratcliffe, en un comunicado.

Según el jefe de la CIA, que cita «una fuente o método históricamente fiable y preciso», «varias instalaciones nucleares iraníes clave han sido destruidas y tendrán que ser reconstruidas a lo largo de varios años».

Por su parte, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, ha asegurado que «nuevas informaciones de inteligencia confirman lo que el presidente de EE. UU., Donald Trump, ha declarado numerosas veces: Las instalaciones nucleares de Irán han sido destruidas».

«Si los iraníes decidieran reconstruirlas, tendrían que reconstruir las tres instalaciones por completo, lo que probablemente llevaría años», ha asegurado.

Además, ha atacado, en líneas similares al inquilino de la Casa Blanca, a «los medios de propaganda», en referencia al ‘New York Times’ y la CNN, que difundieron el informe, de «publicar selectivamente partes de evaluaciones de inteligencia clasificadas filtradas ilegalmente para tratar de socavar el liderazgo decisivo del presidente Trump».

Ratcliffe y Gabbard han salido así al paso en el contexto del debate sobre el verdadero impacto de los bombardeos sobre las instalaciones nucleares iraníes, después de la filtración de una primera evaluación de Inteligencia que apunta a que los daños causados contra éstas serían menores de los esperados.

Por el momento, el Pentágono ha informado de que ha abierto una investigación conjunta con la Policía Federal (FBI) por la supuesta filtración.

Programa 729: el régimen asesina a TikToker y Carla Angola es el borrego de la semana

En este programa, se aborda la inseguridad de los ciudadanos venezolanos dentro del país, comenzando con la noticia principal del asesinato del tiktoker Gabriel Jesús Sarmiento en Maracay, quien era conocido por denunciar a las megabandas como el Tren de Aragua y el Tren del Llano, así como la corrupción policial, y había recibido amenazas.

Su asesinato, ocurrido durante una transmisión en vivo desde su casa, no ha tenido responsables identificados hasta el momento de la grabación, lo cual «demuestra una vez más que en ese régimen nefasto no existe ningún tipo de libertades, que nadie está seguro.»

Además, se nombra como «Borrego de la semana» a una periodista reconocida en la campaña de Capriles por su falta de compromiso con la verdad y su servilismo a intereses de una oposición que se ha mostrado, al mismo tiempo, servil al régimen que somete a Venezuela.

Posteriormente, la discusión se centra en la inutilidad de las organizaciones internacionales como la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización de los Estados Americanos (OEA). Se cuestiona la postura de la OIEA de buscar cooperación nuclear con Irán, un país previamente sancionado por enriquecimiento de uranio.

De manera similar, se critica al secretario general de la OEA por promover el diálogo con el régimen de Nicolás Maduro, ignorando las más de 350 mesas de diálogo previas que no han tenido resultados, y por no importarles si es una dictadura o no. Por ello, estas organizaciones no cumplen su función de velar por la democracia y el cumplimiento de normas, sino que respaldan directa o indirectamente a regímenes autoritarios.

Como tercer punto de polémica, se menciona la hipocresía de la oposición venezolana, específicamente de Voluntad Popular, que ahora pide a la OEA no dialogar con el régimen, a pesar de haber participado en diálogos en el pasado, como los «acuerdos de Barbados», mostrando que cambian de postura según les conviene, lo que genera desesperanza para Venezuela.

Finalmente, el programa retoma el tema de la inseguridad y la falta de justicia al discutir el caso de una joven condenada a 10 años de cárcel por denunciar a una vocera comunal, a quien se acusa de abuso y corrupción. Y la joven ha expresado pensamientos suicidas desde la cárcel.

En este sentido, se denuncia que esto es un ejemplo de cómo en Venezuela se encarcela a los denunciantes en lugar de a los delincuentes y se asesina a quienes exponen la corrupción sin que las autoridades investiguen.

Asimismo, se señala a Tareck El Aissami, fiscal «legítimo» de la República, como el «corrupto en la mira», acusándolo de usar la fiscalía para fines políticos, perseguir enemigos del régimen y resolver solo casos mediáticos, ignorando crímenes importantes como el de Gabriel Jesús Sarmiento.

El abogado de Nicolás Maduro, Celso Gamboa, es acusado de narcotráfico por la DEA

Caracas. – Un asesor legal de Nicolás Maduro, el exalto funcionario costarricense, Celso Gamboa, fue señalado por la DEA como el representante del Cartel del Golfo en la región centroamericana.

Gamboa «ocupó varios de los cargos más importantes que existen en Costa Rica para combatir al crimen y la inseguridad, está a unos cuantos pasos de quedar en otro registro histórico como uno de los primeros costarricenses en ser expulsados del país para afrontar la justicia de los EE. UU. por aparente tráfico internacional de drogas», según informó este miércoles el portal CR Hoy, uno de los primeros en dar a conocer el caso.

De acuerdo con los documentos presentados por la DEA, se le vincula a operaciones de narcotráfico en Guatemala, Honduras, Panamá y otros países de la región. Aunque el expediente no detalla en profundidad su relación con la cúpula del cartel mexicano, sí lo posiciona como una figura clave en la logística y coordinación de actividades ilícitas desde suelo costarricense, utilizando comunicaciones por llamadas y chats en teléfonos celulares.

Sin embargo, las informaciones resaltan que recientemente Gamboa es más conocido por defender a narcotraficantes de alto perfil en Costa Rica, como «Pancho Villa», «Turesky», «Pecueca», «Press», «Pecho de Rata», entre otros.

Pero el cargo judicial más notorio es el de haberse hecho representante legal del narcotirano Nicolás Maduro, señalado por EE. UU. como presunto líder del «Cartel de los Soles», junto a Diosdado Cabello.

En este marco, Gamboa fue detenido este pasado lunes por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, debido a las acusaciones que pesan en su contra. Se espera que dentro de las próximas horas sea enviado a Dallas, Texas, para que afronte un proceso judicial por supuesto narcotráfico internacional.

El citado medio señaló que «Gamboa formuló una demanda penal en representación de Maduro y la República Bolivariana de Venezuela contra un grupo de ciudadanos nacidos en ese país pero nacionalizados costarricenses, que participaron en la toma de la embajada de esa nación en Costa Rica el 6 de marzo del 2019».

Igualmente, indica que, si bien Maduro no registra averiguaciones abiertas en Costa Rica, sí las tiene en EE. UU. por los cargos antes mencionados, que incluyen una recompensa de hasta USD$ 25 millones por datos que conduzcan a su aprehensión.

EE. UU. ofrece recompensa por captura de Giovanni Mosquera, un jefe del «Tren de Aragua»

Caracas. – El FBI ofrece una recompensa de USD$ 3 millones por información que conduzca a la captura del criminal venezolano, Giovanni Vicente Mosquera Serrano (37), un alto mando de la organización terrorista «Tren de Aragua» (TdA), implicado en operaciones de narcotráfico, extorsión y lavado de dinero.

El Departamento del Tesoro de EE. UU. sancionó a Mosquera este pasado martes, al incluirlo en su lista de personas especialmente designadas, lo que implica el bloqueo de todos sus bienes bajo jurisdicción estadounidense y la prohibición de transacciones con ciudadanos o entidades de ese país.

En un comunicado, el Departamento de Estado señaló que el sujeto «ha supervisado esfuerzos de tráfico de narcóticos y asesinatos en nombre de esa organización terrorista extranjera en Colombia. Mosquera Serrano ha sido responsable también de esfuerzos de extorsión en nombre de TdA y ha gestionado los beneficios económicos procedentes de las actividades criminales de esta organización terrorista extranjera».

También, indica que, a través del «Programa de Recompensas contra la Delincuencia Organizada Transnacional que maneja la Oficina para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley», se decidió ofrecer una recompensa de hasta USD$ 3 millones «por información conducente al arresto y/o condena de Mosquera Serrano».

De acuerdo con las autoridades estadounidenses, Mosquera está vinculado directamente también con redes de extorsión y explotación sexual. Las denuncias contra este líder del TdA se da en el marco de la ofensiva que varias agencias federales estadounidenses llevan a cabo para acabar con las redes del TdA extendidas en ese país.

Cobra fuerza rumor sobre posible sustitución de Padrino López como ministro de defensa

Caracas. – Un rumor que ha cobrado mucha fuerza en las redes sociales en los últimos días es el de la posible destitución de Vladimir Padrino López como ministro chavista de defensa, debido a que ya no garantiza al narcorégimen la estabilidad dentro de las fuerzas armadas.

Este rumor ha sido alimentado principalmente por el evidente deterioro físico de Padrino, quien desde su advertencia por las consecuencias para Venezuela de la guerra Irán-Israel, no ha dejado de llamar la atención por el aspecto que exhibió.

De hecho, en un programa del analista político Esteban Oria, quien estuvo acompañado por el presidente de VEPPEX, José Antonio Colina, y por el docente y también analista, Javier Vivas Santana, se comentó que, debido a su terrible aspecto, Padrino ya no es visto dentro del narcorégimen como una pieza que garantice firmeza dentro del estamento militar, sino más bien como una pieza que representa deterioro y debilidad.

Colina señaló que, a pesar de no tener pruebas, ya Padrino sufrió hace cuatro o cinco años un episodio de cáncer de próstata, situación que lo obligó a desaparecer unos meses, por lo que sería probable que este mal haya regresado con más fuerza, afectando seriamente su salud.

A juicio del militar venezolano en el exilio, esta sería la causa de su deterioro, y a la vez el motivo en el cual el aparato criminal chavista se excusa para lograr su posible reemplazo.

Según Colina, su sucesor más probable podría ser el actual comandante del CEOFANB, el general Domingo Hernández Lárez, a menos que surjan otras probables fichas entre los próximos ascensos.

Por su parte, Vivas Santana explicó que dentro del chavismo manejan la posibilidad de crear un nuevo organismo que unifique las funciones del poder popular con las del ministerio de la defensa, para desplazar de una vez por todas a este último ente, debido a la desconfianza de Nicolás Maduro hacia los militares.

No obstante, señaló que, si bien este nuevo despacho contaría con la presencia de un alto mando militar del narcorégimen, quedaría bajo el control de Diosdado Cabello, quien pasaría a ser una suerte de «superministro».

Los panelistas recordaron que en el último acto para conmemorar el 24 de junio, Maduro, aunque no asistió, envió un mensaje advirtiendo que no toleraría traiciones, revelando su temor a un alzamiento militar.

Mientras, Cabello sentenció su posición de dominio, afirmando finalmente «el que manda aquí soy yo», dejando por sentado ser quien tiene el control de las fuerzas armadas chavistas.